Por Rodolfo Franco

Como llamada de clarín en la madrugada, el ejército de serviles, abyectos diputados de morena y partidos rémoras, corrieron al Congreso a cumplir con el desmedido ‘mandato’ de su ‘jefe supremo’, ‘su mesías’, para desmantelar los órganos autónomos, trasladar su guardia pretoriana a la Sedena y preparar la embestida final para asaltar el Poder Judicial, para ello llegará la ‘gorilada legislativa’ (Dixit Salvador García Soto) luego que el cooptado y acorralado INE aprobó el pasado viernes que el partido Morena y partidos paleros (aliados) tengan una sobre representación, es decir, más diputados que los que la ley mandata, con una interpretación mañosa, dolosa y tramposa que hicieron, para que la próxima legislatura borre en una alzada de manos la independencia del Poder Judicial, y se elijan lleguen jueces cuatroterianos, comprometidos con su gran promotor, el clan López y aliados de Sinaloa.

Con la mayoría legislativa (léase “sobrerrepresentación”) Morena, PVEM y PT, tendrán 335 diputados, número equivalente a la mayoría calificada (más de dos terceras partes), lo que les permitirá hacer cambios a las leyes y la Constitución, sin necesidad de negociar con el bloque opositor (PAN-PRI-PRD) y el Movimiento Ciudadano.

El segundo paso para lograr las reformas constituciones, al Poder Judicial, la ley electoral y la desaparición de los órganos autónomos, será que al menos 17 legislaturas de Congresos estatales las validen, lo que no será óbice, Morena gobierna 25 estados.

El gran golpe al estado de derecho será llevar al Poder Judicial a su desmantelamiento, mediante la renuncia de Magistrados y Jueces, para ser sustituidos por ‘jueces electos’ por el voto popular, insertándolos en el populismo al realizar campañas por todo el país, otros jueces serán sacados en tómbola y unos más por sorteo, de tal suerte que el actual contrapeso que se tenía será derruido, habrá juzgadores comprometidos con los grupos de poder controlados por el obradorato.

Tener el ‘gorilato legislativo’ de Morena podrán hacer del país lo que quieran, incluso modificar la Constitución para que López se pueda reelegir, no es idea descabellada ¿quién se opondría? La historia dice que fue una bala, veamos un pasaje que ilustra cómo si se puede y las consecuencias de la acción; A finales del año de 1926, Alvaro Obregón que había sido presidente decidió volver a la Presidencia, Gobernaba Plutarco Elías Calles, entre negociaciones con Obregón, enero del año de 1927 Calles aceptó que el Congreso modificara la Constitución, para permitir la reelección, siempre y cuando ésta no fuera inmediata, en julio del año de 1928 Obregón fue proclamado presidente por segunda vez, solo que su ambición la pagó muy caro con su vida, en el restaurante La Bombilla en el barrio de San Ángel fue asesinado a pocos días antes de asumir el cargo de presidente el 1 de diciembre.

El México bronco no se ha extinguido, pero una bala no es la solución, y esa historia ya se escribió.