4T: ‘CULIACANAZO’ ‘GENERALAZO’ Y ‘AVIONETAZO’
La preocupación del presidente estriba en convencer a los integrantes del cártel, que él no tiene nada que ver.
Por Rodolfo Franco
Primer Acto: El 17 de octubre de 2019 en la ciudad de Culiacán se realizó el operativo para detener a Ovidio Guzmán López, hijo de ‘El Chapo’ Guzmán, considerado y acusado en Estados Unidos -no aquí- como el responsable de la introducción de enormes cantidades de fentanilo al país del norte. El fallido operativo sería denominado por el pópulo como ‘el Culiacanazo’, al día siguiente el presidente López Obrador expresó que «No puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las personas. Ellos (el gabinete de seguridad) tomaron esa decisión y yo la respaldé”, meses después el mea culpa lo llevó a reconocer que fue él directamente quien ordenó la liberación, el estado de derecho quedó sepultado por la decisión del presidente bajo la premisa de una cruenta guerra en la que inocentes perderían la vida; “Cuando se decidió, para no poner en riesgo a la población, para que no se afectara a civiles, porque iban a perder la vida si no suspendíamos el operativo más de 200 personas inocentes en Culiacán, Sinaloa, y se tomó la decisión, yo ordené que se detuviera ese operativo y que se dejara en libertad a este presunto delincuente”.
Su determinación y manifestación pública solo tenía la intención de expresar a la familia de uno de los capos más notorio y encumbrado en el Cartel de Sinaloa, que los acuerdos persistían y redobló su cercanía acudiendo hasta en seis ocasiones a su territorio , reiterando su amistad y consideraciones con la mamá del capo, sin embargo alertó doblemente a las agencias norteamericanas responsables del control y combate a los narcotraficantes.
Segundo Acto: El jueves 15 de octubre del 2020, a un año del ‘Culiacanazo’ el ex Secretario de la Defensa en el sexenio de Enrique Peña Nieto, el general Salvador Cienfuegos Zepeda fue detenido en Los Ángeles por agentes de la DEA, acusado de vínculos con la delincuencia organizada, después de 30 días de cautiverio en la Corte del Distrito este de Nueva York –a petición del Fiscal General William Barr- desestimó los cargos de narcotráfico (en modalidad de producción, transporte y distribución de droga), así como lavado de dinero que pesaban contra el General, luego de una acuciosa investigación llevada a cabo por la DEA, razón por la que fue entregado por alguaciles norteamericanos a funcionarios de la Fiscalía General de la República en el aeropuerto de Toluca, Estado de México, donde después de 72 minutos de charla con el agente del Ministerio Público Federal que le notificó la existencia de una investigación en la que él se encuentra involucrado, producto de la indagatoria entregada por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, López Obrador expresó que al general la DEA ‘le había fabricado delitos’ y pasado el tiempo le entregó un reconocimiento por su trayectoria.
Tercer Acto: El jueves 25 de julio del 2024 fue detenido en Estados Unidos el capo más viejo y más buscado del Cártel de Sinaloa, Ismael ‘El Mayo’ Zambada, sin conocerse todavía los detalles de su detención, entrega o secuestro, el presidente López Obrador, el hombre más informado no sabe nada de la operación quirúrgica de la detención. Más la preocupación del presidente ante los hechos solo estriba en convencer a los integrantes del cártel, que él no tiene nada que ver.