En la elección presidencial de 2024, Claudia Sheinbaum, candidata de Morena, PT y PVEM, no solo ganó la presidencia, sino que también llevó a su partido a la victoria en siete estados, incluso en aquellos con competencias cerradas. La mayoría de los votantes mexicanos apoyaron a Morena en todas las boletas, anulando las campañas estatales y municipales competitivas. A pesar de sus éxitos, Morena impugnará los resultados en algunas entidades para asegurar victorias más amplias.

Con mayorías en el Congreso, Morena y sus aliados podrán impulsar reformas constitucionales pendientes, como la elección popular de jueces y ministros, la prisión preventiva oficiosa y cambios en el sistema de pensiones. Claudia Sheinbaum también busca eliminar la reelección consecutiva de legisladores y cargos municipales, y los escaños de representación proporcional, consolidando el control de su partido.

La coalición opositora de PAN, PRI y PRD sufrió su peor resultado, perdiendo la presidencia por un margen de dos a uno y cediendo estados clave como Yucatán y la Ciudad de México. Incluso los candidatos en listas de representación proporcional podrían no alcanzar los escaños esperados.

La oposición centró su campaña contra Sheinbaum en lugar de AMLO, desmotivando a votantes que buscaban castigar al gobierno. La baja participación se debe más al desánimo que a la apatía del electorado. Esta elección anticipa un período de cambios significativos en el gobierno y el Congreso.