RFInforma / Laura Centeno  / Estados Unidos / miércoles 6 de noviembre del 2024

Redacción.-

Estados Unidos se encuentra en vilo mientras avanza el recuento de una de las elecciones presidenciales más reñidas en décadas. Con Donald Trump liderando en los estados clave y ampliando su ventaja en varios de ellos, el país sigue expectante de los resultados finales en lugares estratégicos como Pensilvania, que definirán el futuro de la nación. Esta contienda llega en un contexto marcado por la elevada inflación, el descontento generalizado y recuerdos del controvertido traspaso de poder en 2020, que dejó una huella de tensión.

Con Carolina del Norte y Georgia prácticamente aseguradas para Trump, la única esperanza de victoria para la candidata demócrata Kamala Harris es asegurar triunfos en Wisconsin, Michigan y Pensilvania. Los votos provenientes de Filadelfia y sus suburbios serán decisivos, mientras que Arizona, donde ambos candidatos empatan con el 49%, tiene poco peso en el cómputo del colegio electoral.

En el transcurso del día, la jornada electoral ha transcurrido sin incidentes graves, aunque no ha estado exenta de tensión. En Georgia, una amenaza de bomba retrasó el cierre de algunos centros, y en Maricopa, Arizona, se implementaron medidas de seguridad para prevenir disturbios. En Washington D.C., el Congreso y la Casa Blanca amanecieron blindados en previsión de posibles protestas.

Trump, siguiendo una estrategia similar a la de 2020, comenzó a insinuar fraudes en Filadelfia y Detroit sin pruebas, mencionando un supuesto «despliegue policial» en estos bastiones demócratas, lo que intensifica el clima de polarización. Harris, por su parte, continuó alentando a sus seguidores a votar hasta el último momento.

El voto latino ha jugado un papel clave en esta elección, con Trump obteniendo una considerable ventaja en Florida y Texas, estados donde los latinos han mostrado un apoyo inesperado al candidato republicano. Además, el rol de las mujeres se ha destacado con un apoyo mayoritario hacia Harris, mientras que Trump conserva una base masculina sólida.

En estados clave como Arizona y Nevada, los votos latinos pueden inclinar la balanza en este apretado recuento, mientras millones de estadounidenses y el mundo observan ansiosos los resultados que definirán el rumbo de la potencia mundial en los próximos cuatro años.

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