Claudia Sheinbaum: momento histórico en un país militarizado y sin agenda feminista

Es innegable que las mujeres, niños y niñas migrantes son atacados por mandos militares

Nacional e Internacional

Sep-28-2024

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Claudia Sheinbaum: momento histórico en un país militarizado y sin agenda feminista

RFInforma / Ciudad de México / sábado 28 de septiembre del 2024

Redacción.-

El próximo 1 de octubre será histórico: Claudia Sheinbaum Pardo será la primera mujer presidenta de México.

Pero Sheinbaum enfrenta un reto enorme: deberá construir su propia agenda política, distinta a su antecesor, López Obrador, que dejó un país enlutado, con víctimas de desaparición forzada y sin construir una agenda feminista.

El país que recibe Sheinbaum está terriblemente polarizado, con una evidente militarización y la reconstrucción de un Poder Judicial que si bien es cierto, no funciona como debiera, tampoco funcionará a raíz de la aprobación de la reforma judicial.

Pero Claudia Sheibaum tampoco va a descubrir el hilo negro: con ella habrá continuidad, no una nueva dirección. Construirá, como afirma, un segundo piso de la Cuarta Transformación.

Así lo confirmó; “Lo que significa es seguir defendiendo esos principios y esas causas y hay algunas frases que dice el presidente que condensan esos principios esas causas la primera y ustedes la conocen: por el bien de todos, primero los pobres”.

La militarización del país implica varios riesgos que afectan precisamente a aquellos a quienes dice defender: los más pobres, y si somos más específicos, a las más pobres. Con la próxima militarización es el patriarcado violento y opresor el que se instala y con seguridad afectará las regiones más vulnerables. También a las mujeres más desprotegidas. ¿No supondría que con ellas, justamente, se tiene una deuda que saldar?

Es innegable que las mujeres, niños y niñas migrantes son atacados por mandos militares y sobreviven a abusos físicos, sexuales y psicológicos, delitos que se cometen, en mayor medida, en zonas fronterizas y rurales.

Sheinbaum necesitará tomar medidas radicales para protegerlos y protegerlas de la violencia, no solo a ellos, a todas y todos los mexicanos, pero hacerlo implica alejarse del trillado discurso de la “austeridad republicana”, que niega atención humanitaria inmediata y que debilita el acceso a servicios de atención básica a las mujeres, que batallan con enfermedades gineco oncológicas en condiciones precarias y que se les niega el acceso a educación sexual y reproductiva.

Una mujer que llega al poder, como Sheinbaum, no nos garantiza que gobernará con perspectiva de género y que romperá el pacto patriarcal y misógino que caracterizó al obradorato, a quien los feminicidios, cada vez más crecientes en nuestra sociedad, de plano no le importaron e incluso se dijo atacado por la “oposición conservadora” cada vez que se le reclamaba justicia para las víctimas.

Sheinbaum debe poner fin a la indiferencia institucional que hizo que la violencia se extendiera como pólvora, si no lo hace y solo promueve la perpetuidad de la Cuarta Transformación sin atender una agenda feminista real y comprometida, lo que hoy se ve como una oportunidad histórica, puede convertirse en el mayor fracaso histórco.