Un PRI en terapia intensiva y un PRD extinto: ¿Qué queda de oposición?

En efecto, la alianza PRIAN no ha sido del todo buena, pero de sobra sabemos que el agua y el aceite no se mezclan.

Elecciones Opinión

Jun-17-2024

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Un PRI en terapia intensiva y un PRD extinto: ¿Qué queda de oposición?

 

RFInforma / Ciudad de México / lunes 17 de junio del 2024

Redacción.-

Por Mar Morales

Después de las elecciones del pasado 2 de junio, la oposición en México agoniza, de hecho, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), ya murió.

El pasado 10 de junio el partido del Sol Azteca perdió el registro a nacional debido a que no alcanzó el 3 por ciento de la votación que se estipula en la Ley General de Partidos Políticos y sólo conservó el registro a nivel local en Guerrero, Estado de México, Michoacán, Sonora, Tabasco y Baja California Sur.

Jesús Zambrano, líder nacional del partido, aceptó finalmente que la cuerda se rompió y culpó a todos y todas del fracaso, argumentando que la derrota de Xóchitl Gálvez frente a la candidata oficialista Claudia Sheinbaum obedeció a que no lograron hacer “match” con la ciudadanía, que rechazó tajantemente a la coalición llamada Fuerza y Corazón por México.

“La mayoría social rechazó a Xóchitl y a la coalición PRI-PAN-PRD. No nos tuvo confianza. No nos la ganamos… Nunca hubo una estrategia de campaña discutida y acordada por todos: con la candidata, los partidos aliados y la representación de la sociedad civil. El cuarto de guerra funcionó sin coordinación con las dirigencias partidistas”, acusó.

Zambrano señaló que se cometieron ocho errores fundamentales que llevaron a Xóchitl al fracaso en la pasada contienda electoral:

No hubo estrategia de campaña acordada entre Xóchitl, la alianza y la sociedad civil
Cuarto de guerra funcionó sin coordinación de dirigentes del PRI-PAN-PRD
No hubo coordinación estatal para seguimiento de campañas
El diseño de las giras de Xóchitl Gálvez no tuvo visión estratégica
No quedó claro qué ofrecía la alianza Fuerza y Corazón por México
No quedó claro cuál era el perfil de Xóchitl Gálvez
No quedó claro que representó Xóchitl ni qué ofrecía
Candidatos no incorporaron la imagen de Xóchitl en propaganda en estados.

¿Por qué no se arreglaron esos errores a tiempo?
No sabemos. Este absurdo y tardío recuento de los daños sirve más bien para tirar la bolita de un lado a otro pero no ayuda a la autocrítica, que en el caso del PRD está por demás.

En el caso del PAN, también muy mal parado en los pasados comicios, el senador Damián Zepeda, salió a defender a su partido y le echa tierra al PRI, diciendo que esa alianza fue perjudicial y alega que es necesario romper con el tricolor.

En el imaginario colectivo puede que Zepeda tenga razón, ya que el llamado PRIAN es asociado por la gente como corrupción. Pero una cosa es la percepción popular y otra los números fríos, ya que de 2018 a la fecha el PRI ha perdido más votos que los azules, dando como resultado que quien está en peligro de muerte es este último partido y el PAN aún puede resucitar haciendo una depuración a conciencia, por ejemplo, quitando de la dirigencia a Marko Cortés.

Saquemos cuentas: en 2018 el PRI obtuvo 7 millones 677 mil 180 votos en esta elección sólo logró reunir 5 millones 736 mil 420, representando un pérdida de un millón 940 mil 760.

Por su parte el PAN en 2018 logró 9 millones 996 mil votos y en 2024 obtuvo 9 millones 130 mil 979, es decir perdió 865 mil 535.

En efecto, la alianza PRIAN no ha sido del todo buena, pero de sobra sabemos que el agua y el aceite no se mezclan.

Los panistas deben hacer una reflexión más: en estados como Guanajuato, Querétaro, Chihuahua y Yucatán no salieron victoriosos en la elección presidencial, solo en Aguascalientes arrasaron. Y no les fue tan bien que incluso perdieron la gubernatura.

¿Toda la culpa es del PRI? No, dentro del panismo hay mucha tarea por hacer, si es que no quieren seguir cuesta abajo.

En el caso del PRI su líder nacional Alejandro “Alito” Moreno, dijo que el tricolor tendrá una renovación profunda tras las pasadas elecciones e incluso dijo que propondrá cambiar de nombre y colores. En entrevista concedida a la periodista Azucena Uresti dijo:

“Tendremos una profunda reforma, grandísima, al partido. Tendremos que ir a consultar las y los millones de mexicanos que votaron por nosotros y lo que queremos es impulsar un partido más tecnológico, digital, cercano a la ciudadanía, discutir todos los temas, no solo nuestra ideología y nuestro plan de acción”.

Agregó que para saber si esto es viable realizarán una consulta entre los 6.6 millones de mexicanos que votaron por su partido. ¿Le importa a la gente el cambio de siglas y el logo del PRI?

El tufo a funeral que persigue al PRI no tiene que ver con siglas o colores. Dos personajes, Alito Moreno y Marko Cortés, son en gran medida los responsables de la derrota de sus partidos, pero dentro de sus militancias hay mucho destajo, que tendrán que sacar al basurero antes del 2025, o de plano prepararse a morir.

¿Alguna alianza opositora tendrá fuerza para el 2030, próxima elección presidencial? Sí: la del PAN y Movimiento Ciudadano. ¿Suena raro? Tal vez, pero este último partido fue el que más creció el pasado proceso electoral y obtuvo más votos en la contienda presidencial: 6 millones 204 mil 372 frente al millón 010 891 votos, es decir, ganó 5 millones 193 mil 481 simpatizantes. Aliarse con el PAN podría ser una buena estrategia para los naranjas, pero solo con el PAN, los demás son un lastre.

¿Hay otra vía para quitar del poder a Morena en los próximos seis años? Por supuesto: un candidato o candidata ciudadana, sin partidos, sin compromisos y sin negativos en el pasado. Esperemos que alguien dé el primer paso.