Por Rodolfo Franco / Lunes 4 de diciembre del 2023

Samuel García, el gobernador electo de Nuevo León se dejó seducir por el canto de la sirena de palacio y terminó encallado, arrastró en el naufragio su capital político, hundió el bono demográfico que lo acompañaba merced a la amplia simpatía que despertaba por su esposa y la cándida figura de su hija, cuadro familiar que movía al sentimiento del elector, de paso metió a su partido Movimiento Ciudadano en un severo aprieto, al dejar huérfano el proyecto AMLO–DANTE para mermar a la candidata de la oposición Xóchitl.

No menos molestos están los neoleonenses porque ha generado un severo clima de ingobernabilidad al solicitar licencia para contender por la candidatura a la presidencia de la república, aspiración que negó hasta el cansancio, bajo el argumento de no repetir la pirada aventura del ex gobernador Jaime Rodríguez Calderón ‘El Bronco’, al que metió a la cárcel, presuntamente por el desvió de dinero del erario, recursos humanos y materiales para su candidatura a la presidencia de México en 2018.

Después de una polémica, controvertida y accidentada solicitud de licencia al cargo de gobernador, Samuel estaría el sábado dos de diciembre en posibilidad de partir a la aventura de ‘la grande’, pero los astros no se le alinearon, aprendiz del dictador de palacio y émulo del ‘El Bronco’, Samuel pretendía dejar en el cargo, como si fuera una chamba de segunda, a Javier Navarro bajo la figura de encargado de despacho, el Congreso local del que no tiene el control le emparejó los cartones y tomó protesta como gobernador interino a Arturo Salinas, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado. Las disputas llegaron al Tribunal de Justicia, resolviendo salomónicamente invalidar los nombramientos de Navarro y de Salinas, ordenado a los legisladores designar al sustituto de García.

El miércoles 29 de noviembre el Congreso del Estado en acato a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del Estado, desarrolló la sesión para deliberar sobre el nombre del sucesor de Samuel, al recinto irrumpió por la fuerza un grupo de inconformes afines a Samuel, agredieron al personal de seguridad y lanzaron una bomba de humo verde, pese al zafarrancho se logró designar por consenso al Vice Fiscal Luis Enrique Orozco Suárez, como gobernador interino, quien debería asumir el cargo el 2 de diciembre.

Desesperado Samuel por el ‘madruguete’ del Congreso, al más rancio estilo del que pierde arrebata, el viernes primero de diciembre publicó un decreto en el que establece que el Palacio de Gobierno en Monterrey es el único recinto oficial del Poder Ejecutivo de Nuevo León, lo cercó y lo blindó con policías, así buscaba impedir que el gobernador electo no tomara protesta

Ese mismo viernes el Poder Judicial de Nuevo León suspendió la licencia que había sido otorgada a Samuel para que pudiera dejar temporalmente el cargo de gobernador, la condición para ausentarse es que el gobernador interino asumiera el cargo, de esta forma lo entramparon, de modo que finalmente declinó en su aventura; “he decidido no participar en la contienda electoral para Presidente de la República”, notificó al Congreso.

El bisoño e imberbe Samuel dejó colgado al presidente López Obrador su principal impulsor, dejó al partido Movimiento Ciudadano sumido en un verdadero aprieto, sin candidato, desprestigiado, exhibido de comparsa y esquirol de la 4T.

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