RFInforma / Ciudad de México / martes 1 de noviembre del 2022

Redacción.-

Un equipo de investigadores ha detectado un trío de asteroides cercanos a la Tierra en el sistema solar interior, uno de los cuales es el más grande encontrado desde 2014 que representa un riesgo potencial para el planeta. Los asteroides pasaron desapercibidos hasta ahora porque ocupan una región del cielo oculta por el resplandor del Sol.

Los asteroides cercanos a la Tierra (o NEA, según sus siglas en inglés) y los asteroides potencialmente peligrosos (PHA) son dos tipos de objetos cercanos a la Tierra que a las agencias espaciales les gusta realizar un seguimiento. A pesar de sus nombres que suenan aterradores, ninguno de ellos representa una amenaza inminente para nosotros. Actualmente, hay 1.454 NEA que tienen una probabilidad diferente a cero de impactar la Tierra en los próximos 100 años. Puedes encontrar una lista completa de objetos cercanos al espacio (NEO) en el Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA.

Los tres asteroides cercanos a la Tierra fueron encontrados usando la Cámara de Energía Oscura en Chile. La cámara tomó imágenes de campo profundo cerca del horizonte de la Tierra durante el crepúsculo, para combatir el resplandor del Sol y las distorsiones atmosféricas. Los resultados del equipo se publicaron en The Astronomical Journal.

“Nuestra encuesta crepuscular está explorando el área dentro de las órbitas de la Tierra y Venus en busca de asteroides”, dijo Scott Sheppard, astrónomo del Laboratorio de Tierra y Planetas de la Institución Carnegie para la Ciencia y autor principal del artículo, en un comunicado de NOIRLab. “Hasta ahora hemos encontrado dos grandes asteroides cercanos a la Tierra que tienen aproximadamente 1 kilómetro de diámetro, un tamaño que llamamos asesinos de planetas”.

Dos de los asteroides observados recientemente tienen órbitas que bordean la Tierra de forma segura, pero una de las rocas, un asteroide de 1,5 kilómetros de ancho denominado 2022 AP7, tiene una órbita que eventualmente puede ponerlo en curso de colisión con la Tierra.

Que quede claro: el asteroide no se dirige actualmente hacia la Tierra, pero su camino podría acercarlo lo suficiente algún día como para que la NASA quiera vigilarlo.

Si sucediera lo peor, las agencias espaciales en la Tierra tendrían su primera situación en el mundo real (o fuera del mundo) para emplear una maniobra de defensa de asteroides como la reciente misión DART, que se estrelló intencionalmente contra un asteroide llamado Dimorphos en septiembre, ligeramente alterando la trayectoria orbital del asteroide. El éxito de DART significa que la NASA ahora puede desarrollar una estrategia de defensa planetaria más sólida, en caso de que alguna vez necesitemos redirigir una roca amenazadora.

Aunque probablemente no es lo que imagine la mayoría, es más fácil detectar asteroides más allá del Sol que detectar aquellos entre la estrella y la Tierra. Los observatorios basados ​​en el espacio como el Hubble y el Webb siempre miran en sentido contrario al Sol, porque la intensa luz y el calor de la estrella podrían freír los instrumentos de los observatorios.

Eso hace que el trabajo de la Cámara de Energía Oscura sea aún más importante: en este caso, encontró una amenaza potencial para la Tierra que de otro modo podría haber permanecido invisible para nosotros.

En septiembre, los investigadores publicaron un informe amplio sobre asteroides cercanos a la Tierra utilizando datos de radar del radiotelescopio del Observatorio de Arecibo, actualmente destruido y fuera de servicio. Sus hallazgos, publicados en The Planetary Science Journal, proporcionaron nuevos conocimientos sobre el movimiento de los asteroides cercanos a la Tierra desde diciembre de 2017 hasta diciembre de 2019.

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