Del Tortivale al Tortimoche
“Lo que no has de querer en tu casa lo has de tener”
Anónimo
Rodolfo Franco
“Lo que no has de querer en tu casa lo has de tener”
Anónimo
Ignacio Ovalle Fernández es un viejo político con antecedentes de trabajo en el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo, embajador de México en Argentina y Cuba en el gobierno de Miguel de la Madrid, además de titular de la extinta Conasupo en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
Ovalle Fernández ocupaba en 1977 la titularidad del Instituto Indigenista, era el sexenio de José López Portillo, ahí llegó un hombre de 23 años enviado por el gobernador de Tabasco, Leandro Rovirosa Wade, el recomendado se llamaba Andrés Manuel López Obrador. Así Ovalle se convirtió así en el primer jefe de López al designarlo titular del Centro Coordinador Indigenista en Tabasco.
Para el año de 1988 durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, fue designado Ignacio Ovalle como titular de la Conasupo, dentro de sus iniciativas estuvo el polémico ‘Tortivale’, consistente en un subsidio al precio del kilo de tortilla a las familias consideradas en situación vulnerable. El programa fue severamente criticado, considerado como populista porque estaba orientado a la compra del voto, los platos rotos los pagó Ovalle dejando el cargo.
El 16 de agosto del 2018, siendo presidente electo López Obrador, anunció que fusionaría Diconsa y Liconsa para dar paso a Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), y como titular mencionó a Ignacio Ovalle Fernández.
Segalmex –la Conasupo de la 4T- implementó el Programa de Abasto Rural (PAR), para atender a la población que no cuenta con un servicio de abasto local suficiente y adecuado, focalizando el programa en zonas de población mayoritariamente indígena y en zonas con mayor grado de marginación, creando para ello puntos de venta de productos básicos subsidiados por el gobierno, productos que a su vez adquiere Segalmex a los productores.
Sin embargo ayudar a los pobres se convertiría en botín de ricos, por lo que Ignacio Ovalle fue removido el 19 de abril del 2022 al verse envuelto en un escándalo de corrupción, aunque fue protegido por el presidente al transferirlo como coordinador del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal.
Las irregularidades son de diverso índole, al tiempo que también hay indicios de triangulación de recursos y lavado de dinero vinculados a una empresa que favorece el régimen del dictador venezolano Nicolás Maduro. Las acusaciones que existen sobre los malos manejos de Ignacio Ovalle Fernández incluyen a su principal cómplice, René Gavira Segreste.
A René Gavira Segreste en su calidad de oficial mayor de Segalmex, se le atribuye la estafa que no solo incluyó dinero, sino la pérdida de más de 8 mil documentos originales comprobatorios de las operaciones realizadas por Gavira tras su salida, y sin papeles no hay avance en la investigación.
El manejo discrecional del recurso público lo documentó puntualmente la organización Mexicanos en Contra de la Corrupción y la Impunidad, entre las publicaciones está el desvío de 950 millones de pesos del presupuesto de Segalmex, presuntamente ‘invertidos’ en certificados bursátiles fiduciarios privados en una empresa denominada CORAFI.
Otro descalabro lo evidenció la Auditoría Superior de la Federación (ASF) al revelar que no logró justificar 5,640 millones de pesos. También se evidenció que entregó contratos para el suministro de leche por 811 millones de pesos a 13 empresas, sin que estas cumplieran con lo pactado. La asignación de la crema de la leche de Liconsa también la manejó otro incondicional de Ovalle, Iván Fuentes, personaje que se encargó de crear empresas fantasmas para revender el producto a un mejor postor.
Al momento en la Fiscalía General de la República (FGR) existen 22 carpetas de investigación, de las cuales 15 están en curso y una ya está judicializada para indagar presuntos actos de corrupción.
Para sortear la tormenta mediática de corrupción en el régimen de la 4T, el miércoles 27 de julio el presidente López en su conferencia matutina minimizó el escándalo, ofreció públicamente castigo a los responsables del fraude, pero en esta ocasión no pudo culpar al pasado, porque ese pasado conduce a su primer jefe, al que omitió señalar por su nombre, no pudo sacar el pañuelo blanco ni defender a los pobres, porque el tortivale de Carlos Salinas en la cuatro T se convirtió en el tortimoche cuatroteriano.
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