Por Rodolfo Franco

Se dice que en la política no existen las casualidades, sino las causalidades, y la visita del presidente López Obrador a los Estados Unidos algo tiene que ver con la exitosa operación de la Marina y la Fiscalía General de la República en el municipio serrano de San Simón Choix, Sinaloa, que llevó a la detención del narcotraficante Rafael Caro Quintero, a quien se le atribuye la creación del Cártel de Guadalajara, y sobre todo el asesinato de Enrique Camarena “Kiki” Camarena  agente de la DEA , del que se rumora era doble agente, es decir trabajaba oficialmente para la DEA y presuntamente para el cártel de Guadalajara.

El viernes pasado corrió como reguero de pólvora la detención de Caro Quintero, a manos de elementos de élite de la Marina que apoyados por un elemento canino –dicen- altamente entrenado y de nombre ‘Max’, el que permitió su ubicación. Desde luego que debemos creer la versión porque de momento es la oficial, aunque sabían que había huido para esconderse en la sierra y que efectivos de la DEA lo tenía ‘triangulado’.

Horas después de la detención, la misma Secretaría de Marina confirmó el deceso de 14 elementos de la marina que habían participado en la operación, y que de regreso se desplomó el helicóptero Black Hawk en el que viajaban, a la altura de Los Mochis, Sinaloa.

Un día antes en Hermosillo, en el vecino estado de Sonora, aterrizaron aviones Hércules de las Fuerzas Armadas Mexicanas con agentes de la DEA y del FBI, esos de los que el presidente prohibió estará armados en México y operar en el territorio nacional.

El 19 de abril la agencia informativa británica Reuters, publicó en base a dos fuentes informativas, que la Administración del presidente López Obrador disolvió la unidad antinarcóticos de élite, que durante casi 25 años trabajó junto a la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), en el combate al crimen organizado.

La agencia británica recordó que la cooperación en materia de seguridad entre la DEA y México se desplomó a “un nuevo mínimo” el 15 de octubre del 2020, cuando fue detenido en Los Ángeles, California, Salvador Cienfuegos Zepeda, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) durante el sexenio del ex presidente Enrique Peña Nieto, bajo acusaciones de narcotráfico. “Los fiscales estadounidenses liberaron rápidamente a Cienfuegos, citando consideraciones de política exterior ‘sensibles’, pero López Obrador acusó a la DEA de tener ‘poco profesionalismo’ y de fabricar pruebas en el caso. En diciembre de 2020, el Gobierno mexicano despojó a los agentes extranjeros de la inmunidad diplomática y obligó a los funcionarios locales a redactar informes sobre interacciones con agentes de seguridad del exterior”, recordó Reuters.

Todo tenía trasfondo, Caro Quintero había sido liberado hace nueve años, liberación que fue justificada por el presidente López Obrador y recriminó al gobierno estadounidense cuando comentó; “Prisión preventiva ¿No había elementos?, ¿por qué no se resolvía? Por eso el amparo y la libertad. Y una vez que sale, a buscarlo de nuevo porque viene la exigencia de Estados Unidos de que no se debió liberar, pero legalmente procedió el amparo”, sin embargo contaba con dos órdenes de aprehensión por parte de la FGR y una orden de extradición a E.U. por el asesinato del agente ‘Kiki’ Camarena.

Caro Quintero era el fugitivo prioritario del gobierno de Joe Biden, el monto de la recompensa lo dice todo; 20 millones de dólares, el más alto. Por Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa ofrecen 15 millones de dólares; Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho” 10 millones de dólares, ni siquiera el Chapito, Ovidio Guzmán López alias ‘El Ratón’ liberado por órdenes de López Obrador es tan atractiva la recompensa; 5 millones de dólares.

El tema es de lecturas, los vecinos del norte, su gobierno, sus congresistas, las asociaciones civiles, los medios de comunicación coinciden en que México se salió de control, se vive un baño de sangre todos los días, las organizaciones criminales tomaron el control de territorios, de gobiernos, la política de abrazos no balazos no funcionó, y el presidente López se resiste sistemáticamente a no reconocer el fracaso cuando a medio sexenio ya rebasó los homicidios dolosos cometidos en todo el sexenio de su acérrimo enemigo Felipe Calderón.

La detención de Caro Quintero es a todas luces la mano de Estados Unidos que comenzará a combatir al narcotráfico que desde casa se quiere evitar.

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