Por Rodolfo Franco  / Aguascalientes, 19 de mayo del 2025

El fin de semana estuvo en nuestra ciudad un político impresentable, me refiero a José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña, un porro funcional de morena mareado por los humos del poder que tanto criticó, hoy disfruta de la eufórica borrachera del poder en donde se sirve de la abultada bolsa del senado para vivir como un burgués, estatus que tanto odiaba y criticaba, hoy es él quien denosta al que lo critica, porque ya no es oposición, hoy justifica los excesos de su petulante actuar, hoy minimiza y desdeña las demandas de los maestros a los que por años acompañó en su lucha por la defensa de las pensiones, bajo el argumento de ya no hay dinero para sostener las pensiones.

El porro del senado fue rabioso defensor de los deudores de la banca cuando el ex presidente Ernesto Zedillo mediante el Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), instrumento un rescató a los hombres de negocios que son llamados por los morenistas como ‘la mafia del poder’, sin embargo no ha escupido una sola palabra en contra de Altagracia Gómez, asesora y enlace con los hombres de negocios de la presidenta Claudia Sheinbaum, el porro Noroña cuya memoria ahora es selectiva, olvida a conveniencia lambiscona que la fortuna la señora Gómez proviene de su padre, uno de los hombres de negocios rescatado por el Fobaproa y de las privatizaciones de Zedillo. Incluso el ahora titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) Pablo Gómez siendo legislador del PRD publicó la lista de empresarios rescatados, entre ellos Raymundo Gómez, padre de Altagracia quien recibió de manera personal 780 millones de pesos para salir de sus deudas, para el rescate de sus empresas recibió diferentes cantidades; 136 millones de pesos para Mexicana de Autobuses (MASA) y 489 millones para Grupo Estrella Blanca. El padre de Altagracia es un ejemplo de empresario y empresas rescatadas por el Fobaproa hoy invisibilizado por el manto purificador de morena.

Noroña es un hombre fogueado en la adversidad de la oposición, militante del Partido Mexicano Socialista, del PRD, del PT y ahora de morena, es un hombre inteligente, ágil de mente y suelto de boca, agresivo, buen polemista, fogueado en el debate parlamentario y banquetero, pendenciero, mitotero, hábil para comunicar y enganchar con las audiencias, irrespetuoso, corriente, misógino y majadero, ya no se cuece al primer hervor, pero ya no es oposición, una trinchera que le era muy cómoda, criticar es fácil, administrar el poder es complicado, hoy le tocó ser cantinero, dejó de ser borracho.

Cuando era oposición se quejaba de los medios de comunicación, aseguraba que estaban al servicio de la oposición, con facilidad y sin datos a la mano enlodaba y ensuciaba políticos y regímenes, hoy que está en el poder también se duele, pero desde su conveniente miopía, asegura que los medios permanecen al servicio de la mafia del poder, todo porque no admite la crítica, el cuestionamiento, las diferencias de opinión.

Noroña es encantador de tarugos y lo sabe, conoce de su potencial para generar la nota y vender escándalos, pero sigue siendo gatillero, por eso lo mantienen en morena y no cambió su estilo en Aguascalientes, vino a atizar la hoguera de la división en la que se encuentra morena, no abonó, violentó.

Noroña criticó las arregladas candidaturas al poder judicial local, y dijo la verdad, tal cual lo hizo su partido a nivel federal, son reflejo de los mismo pactos de poder locales y federales, todo está arreglado y dispuesto para hacer llegar a los elegidos a los juzgados y magistraturas.

Salvo la senadora Nora Ruvalcaba, mujer de toda valía y reconocida luchadora, Noroña se hizo acompañar de la escoria del partido y cascajo de otros, flaco favor le hicieron al movimiento permitiendo exhibir las fracturas entre grupos; Nora contra Arturo Ávila y prefirió omitir la evidente cercanía de Aldo con palacio, la comentocracia y el círculo rojo lo sabemos, pero hacerlo público es diferente, los secretos de familia no se revelan, en la política las formas son el fondo, el problema son los bisoños locales que juegan al oficio de políticos, estrategas y comunicólogos.