El oscuro secreto de Teuchitlán: descubren crematorio clandestino tras años de impunidad

Documentos oficiales revelan el hallazgo, desde hace seis años, de cuerpos incinerados en la misma zona.

Nacional e Internacional

Mar-12-2025

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El oscuro secreto de Teuchitlán: descubren crematorio clandestino tras años de impunidad

RFInforma / Laura Centeno  / Ciudad de México / miércoles 12 de marzo del 2025

Redacción.-

La corrupción y la impunidad envuelven el caso de Teuchitlán, en donde el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco localizó un crematorio clandestino.

Documentos oficiales revelan el hallazgo, desde hace seis años, de cuerpos incinerados en la misma zona.

Un informe oficial consultado por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) detalla que elementos de la Guardia Nacional reportaron el 10 de agosto de 2019 que habían localizado una finca con varios cuerpos que habían sido calcinados en Teuchitlán, cerca de la comunidad de La Estanzuela, la misma zona donde los buscadores localizaron a inicios de marzo de 2025 el crematorio.

El informe de la Guardia Nacional detalla que los restos quemados habían sido localizados entre sembradíos de maíz.

Y, al igual que en el hallazgo realizado este mes por los buscadores, hace seis años se encontraron abandonados y regados zapatos de las víctimas, por lo que desde entonces se presumía que en ese lugar había una fosa clandestina, debido a que había restos humanos “que presentan mayor antigüedad”, según refiere el reporte que fue compartido con los servicios de inteligencia de la Secretaría de la Defensa Nacional.

El reporte refiere que en el extenso predio que fue acordonado se observaba una gran mancha negra donde se prendió el fuego y donde quedaron los cuerpos incinerados.

‘Déjenos trabajar’
Siete meses después del hallazgo de los cuerpos calcinados, fue remitido a la Coordinación estatal de la Guardia Nacional en Jalisco un reporte del comisario de Teuchitlán, en el que informaba que el representante de un grupo criminal había contactado al batallón a su cargo para intentar sobornar a los agentes a cambio de que “le bajen a la intensidad de las operaciones”.

El reporte fechado el 21 refiere que la persona que los contactó solicitó: “Lo único que ellos (los criminales) piden es que los dejen trabajar”.

El contacto quedó en volver a llamar para “llegar a un acuerdo sobre la cantidad de dinero y la fecha de entrega”. Según el reporte, el comisario le respondió que “no ocupaba dinero ni obsequios”, por lo que rechazó el soborno. Y ante posibles actos de venganza se reforzó la seguridad perimetral en la base de operaciones.

El rancho fue cateado hace 6 meses
Una denuncia anónima alertó a los elementos de la Guardia Nacional y a los integrantes del Ejército Mexicano sobre un grupo de personas armadas que estaban en un rancho abandonado en la comunidad de La Estanzuela, municipio de Teuchitlán.

Era el 20 de septiembre de 2024 cuando las autoridades mexicanas llegaron al Rancho Izaguirre. Apenas se acercaron se comenzaron a escuchar detonaciones de armas de fuego que provenían del interior del rancho.

Los elementos de seguridad comenzaron un operativo de intervención en la que según las propias autoridades “no se realizó ningún disparo”.

Un comunicado difundido aquella tarde de septiembre presume que en el Rancho Izaguirre fueron detenidos 10 presuntos delincuentes quienes portaban armas de fuego y fueron rescatadas dos personas maniatadas.

Las autoridades catearon el rancho y además de las dos personas secuestradas, encontraron cuatro fusiles de asalto, dos armas cortas, 21 cargadores, una granada de mano, diez placas balísticas, cinco chalecos tácticos y cuatro vehículos.

Sin embargo, en el cateo pasó de largo que en el sitio había indicios de que el sitio había funcionado como crematorio clandestino.

En el documento no se hace mención de los restos humanos que serían encontrados seis meses después.

De la omisión a la impunidad
Ocho días después de que se hiciera público que habían encontrado a 10 presuntos delincuentes en la propiedad ocupada por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), los mensajes anónimos comenzaron a inundar el buzón electrónico de la página de Facebook del colectivo.

Todos los mensajes decían lo mismo: “Acudan al lugar. Hay muchos cuerpos en ese rancho”. Ellos querían ir desde ese momento, pero les hacía falta dinero para poder trasladarse á hacer las labores de búsqueda.

Una nueva llamada telefónica volvió a alertarles de que fueran al lugar. Esa llamada llegó previo a ese 5 de marzo. El Colectivo no podía seguir postergando su visita.

Una hora y 20 minutos de camino les tomó llegar al Rancho. La primera sorpresa de Raúl fue darse cuenta que la propiedad ni siquiera estaba asegurada.

“Llegando al lugar no había acordonamiento, no había cadenas, no había candado, no había sellos, no había nada; así que nosotros decidimos ingresar y empezar a hacer nuestros trabajos”.

Cada vez que entra a una zona de búsqueda, el pensamiento del hombre de 53 años de edad es el mismo: quizá sea aquí donde encuentre a su hijo Raúl Servín Galvan, de 20 años de edad, que desapareció el 10 de abril de 2018. Raúl (padre) tiene 3 años trabajando en campo, excavando entre fosas clandestinas, esperando encontrar alguna pista de su hijo.

“Te hace pensar muchas cosas (las excavaciones). Que a lo mejor en su momento mi hijo pudo haber estado ahí o lo tuvieron en ese lugar ahí detenido en contra de su voluntad”.

Raúl entró a una de las bodegas que están en el interior de la propiedad y comenzó a excavar. A menos de 30 centímetros de profundidad encontró decenas de casquillos oxidados y los comenzó a separar. Al lado de ellos, bolsas con balas de gotcha también salieron a flote y al alzar la vista los montículos de ropa y calzado abandonados.

“Sabíamos que si íbamos a encontrar algo a la hora que llegara la Fiscalía o la policía municipal, que se iba a quedar como primer respondiente, queríamos que vieran lo que habían dejado de hacer, de trabajar; tanto como Fiscalía como Policía Municipal (…) No se llevaron la evidencia, porque encontramos muchísima evidencia en el lugar. No entendemos el por qué no hicieron los trabajos que tenían que hacer como llevarse las cosas que sirven. Es evidencia que les pudo haber servido para ver si traía las huellas, para poder proceder con las personas que fueron los responsables”.

‘Aquí quemaron a cientos de personas’
El día del hallazgo, don Raúl Servín caminó hacia sus compañeras que habían encontrado el primero de los crematorios. Minutos después el segundo y luego el tercero. Estos crematorios, confiesa, no eran como los otros que habían encontrado en otras excavaciones, eran los primeros que encontraban repletos de restos reducidos a cenizas.

“Aquí fueron quemados cientos de personas. Fue mayor la cantidad de restos humanos que quedaron de las personas. Fue más impactante el saber que las personas quemadas en cada horno fueron reducidas a nada. Nos hace pensar muchísimas cosas a los que sufrimos este dolor, esta tristeza de saber que no podemos encontrar a nuestros familiares y encontrar este tipo de cosas porque nos lleva a pensar demasiadas cosas. Pensar que yo no sé si mi hijo estuvo en ese lugar y que a mi hijo le hayan quitado la vida de esa manera”.

Los crematorios fueron encontrados aproximadamente a la una de la tarde del 5 de marzo. Los miembros del colectivo llamaron al 911 y a las 4:30 de la tarde llegó la Policía Municipal.

“Los de la Fiscalía estaban molestos porque ahora sí que los evidenciamos porque para ellos ya se había terminado el procesamiento del lugar. Entonces, fue que los evidenciamos ante todos porque todo fue grabado en vivo. Quedaron evidenciados de que no llevaron a cabo ningún tipo de trabajo y no hicieron levantamiento de lo que se tenían que haber llevado a ellos en su momento”.

El hallazgo en video
Una serie de videos, tomados por integrantes del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, dejaron constancia del descubrimiento del rancho que servía como crematorio.

“El día de hoy nos encontramos en una búsqueda, en un predio que según se había ya cateado. Nos estamos percatando que se están encontrando varias fosas, crematorios, varios huesos”, inicia un video publicado el pasado 5 de marzo por el colectivo en su página de Facebook.

En seguida, en el video los buscadores comienzan a mostrar distintas piezas dentales que fueron encontrando al excavar en ese predio, conocido como rancho Izaguirre de Teuchitlán, Jalisco, en donde encontraron tres supuestos hornos clandestinos de cremación de restos humanos.

Días después, el siete de marzo, el colectivo se dio a la tarea de subir fotografías de todos los objetos que encontraron en ese espacio que presuntamente había sido utilizado como campo de adiestramiento y de exterminio de un grupo criminal.

Entre las imágenes se observan mandíbulas trozadas y dientes. También hay placas de acero que se usan para soldar fracturas de hueso en distintas partes del cuerpo.

Hay varias carteras de hombre, todas ellas llenas de polvo, pero que aún se conservan. Cafés, negras y hasta una que tiene un estampado de 50 dólares americanos, fueron acomodadas al lado de un cepillo de dientes y una pasta de colores azul.

Más objetos personales se hacen presentes en este espacio del terror: se observan cientos de zapatos de todas las marcas, la mayoría de ellos tenis, pero también se ven zapatos de vestir, sandalias, botas y huaraches de hombre y mujer.

Hay diversas imágenes con ropa. Una de ella muestra un jersey de béisbol de color naranja, negro y verde, que dice Sección 42, SNTE. Algunos comentarios en esta foto dicen que esa sección corresponde al municipio de Rosales, en Chihuahua.

En otra se ve una camisa de hombre, color rojo, de la marca Tommy Hilfiger, que tiene polvo y está arrugada encima de otras pertenencias, pero que se distingue de otras prendas porque en el cuello y en la zona de los botones tiene un estampado de rayas de color azul. En los comentarios una joven dice: “Yo busco a mi hermanito que desapareció en Reynosa desde hace 6 meses, se parece muchoooo a su playera 🙁 somos de Chiapas” y sube una foto de un muchacho de unos 20 años vestido con camisa idéntica a la de la foto.

Las fotos pasan y aparecen jerseys de equipos deportivos de americano, de fútbol, de básquet y bermudas deportivas. Una mochila llena de polvo muestra en su estampado que fue entregada hace no mucho. Tiene el logo del gobierno de Zacatecas, con la fecha del periodo 2021-2027.

Hay relojes con insertos de pedrería y un anillo de color rubí. Hay varios llaveros, uno de ellos tiene forma de corazón y una foto de una joven de cabello largo y rojo, al lado de un santo.

También encontraron libros de psicología, una biblia, El arte de la Guerra y otro más que parece un presagio: La última noche antes del fin del mundo. En una hoja de papel de una libreta se lee el siguiente mensaje: “Mi amor, si algún día ya no regreso, solo te pido que recuerdes lo mucho que te amo y digas se me fue mi enojón, berrinchon y celoso (sic)”, seguido de un nombre: Eduardo Lerma Nito. Una fecha: 02-may. Y un lugar: Cortazar, Guanajuato.

En el lugar estaban mochilas de hombre y mujer, incluso una de ellas era de Uber Eats y dos del Partido Verde repartidas en la campaña presidencial y otra más era de niño. Encontraron también fotos escolares en tamaño infantil de niños y una credencial de elector. Había también varias maletas de viaje que no llegaron a su destino.

Los buscadores encontraron un altar a la Santa Muerte que fue puesto en una repisa con más de 10 figurillas de esta deidad, con veladoras blancas prendidas, y la imagen de una deidad de la religión de santería afrocaribeña Yoruba.

Hay rastros de que este lugar fue ocupado como centro de adiestramiento. Una foto retrata más de una decena de señales de tránsito en forma de rombo amarillo, que fueron utilizadas para practicar tiro, con múltiples balazos estampados en su superficie. Una de estas señales incluso tiene una impresión que simula un objetivo humano.

Los hallazgos revelan una serie de cuadernos de raya en donde se listaba a las personas que estaban allí. Se hacían grupos de diez integrantes, que enumeraban con apodos como “poco pelo”, “burro”, “teniente”, “toluco”, “tortugo”, “shagi”, “panzas”, “repartidor”.

En otra imagen se ven dos esposas oxidadas y tres cargadores de armas. Apenas el 12 de marzo la Fiscalía de Jalisco subió un documento con un listado de los casi 500 indicios acompañados de fotografías.

“Dejamos este link para las personas interesadas en las prendas y pertenencias que salieron en el rancho Izaguirre de Teuchitlán, donde localizamos 3 hornos clandestinos y que sigue procesando por la fiscalía. Agradecemos el apoyo y esperemos que está lista sea una luz de esperanza para muchas familias”, dice la publicación en Facebook del colectivo de buscadores.

Fue construido en 2012
En el registro histórico de las imágenes satelitales de Google Earth se observa que el rancho que los buscadores aseguran que era utilizado como crematorio fue construido entre 2012 y 2013 en una zona aislada, en las cercanías de la comunidad de La Estanzuela, sobre una superficie de alrededor de 13 mil metros cuadrados, equivalente a más de una hectárea (52 metros de frente por 252 de fondo).

Desde sus inicios, el rancho ha mantenido las mismas edificaciones: una bodega al frente, con techo de lámina, una finca en el acceso, otra más pequeña a la izquierda y una casa con tejado en un extremo de la parte media del predio. La mayor parte de la propiedad es tierra baldía.

El predio era utilizado como centro de encierro de personas secuestradas, campo de entrenamiento y crematorio.

Esta información fue publicada por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad en:

https://contralacorrupcion.mx/desde-2019-la-guardia-nacional-encontro-cuerpos-incinerados-en-teuchitlan/

 

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