SINALOA; LA PRUEBA DEL ÁCIDO PARA HARFUCH
“La violencia en Sinaloa durará lo que tenga que durar”: Harfuch
Por Rodolfo Franco
En la conferencia matutina del miércoles 4 de diciembre, Claudia Sheinbaum informó que Omar García Harfuch estaba en Sinaloa, lo mencionó luego que un reportero preguntó sobre el decomiso de una tonelada de fentanilo con valor de más de 8 mil millones de dólares en el estado de Sinaloa; “El día de ayer el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana se trasladó a Sinaloa. Va a estar allá unos días con un equipo especial de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina, apoyando también a las fuerzas locales para coordinar de mejor manera la estrategia en Sinaloa”, “Esta es una investigación que venía desde hace tiempo y ayer, da estos resultados. Es la incautación más grande que se haya hecho de pastillas de fentanilo
En Sinaloa particularmente, desde este episodio que ocurrió, que fue llevado un narcotraficante a Estados Unidos, con todo lo que hemos hablado aquí, pues generó un incremento de la violencia en Sinaloa. Entonces, en Sinaloa en particular, tomamos la decisión de que el secretario se fuera un tiempo para allá para garantizar esta coordinación con fuerzas de Sedena y de Marina”.
Más tarde saldría Rubén Rocha Moya -gobernador fallido de Sinaloa- a ratificar la presencia de Harfuch en su estado; “Como de alguna manera lo han manejado los medios, me permito informar que, en efecto, el secretario Omar García Harfuch desde hoy, ya se encuentra en Sinaloa. El día de mañana, nos reuniremos con él para comentar sobre la estrategia de seguridad para Sinaloa”.
Harfuch habló del ‘histórico’ aseguramiento de droga, y entrecomillo la palabra histórico porque el operativo surgido de la noche a la mañana, basado en la utilización del área de ‘inteligencia’, les permitió saber con ‘precisión’ lo que todos en Sinaloa sabían, dónde asestar el golpe, coincidencia o consecuencia de la presión de Estados Unidos por la amenaza de clasificar como terroristas a los narco amigos del segundo piso de la cuarta deformación.
El super secretario Harfuch saldría a explicar que la explosión en la madrugada de un auto no fue ‘coche bomba’, sino una bomba lanzada desde un dron, bisoña gracejada porque explosión es explosión, “haiga sido como haiga sido”, diría Calderón.
Harfuch está sometido en Sinaloa a la ineludible prueba del ácido, desde la captura de Ismael ‘El Mayo’ Zambada ocurrida el 25 de julio, a la fecha las agresiones entre grupos del Cártel de Sinaloa acumulan bajas, mientras que el empresariado acusa una pérdida millonaria por los efectos de la cruenta guerra.
La tarea para el nieto del General responsable de la matanza del 2 de octubre no será fácil, la estrategia nacional que ha planteado basada en cuatro ejes (Atención a las causas, Fortalecimiento de la Guardia Nacional, Inteligencia e investigación, y Coordinación) en Sinaloa no funcionará porque los componentes del estado son diferentes, el entramado político, social y económico con el narco es uno mismo; La realidad que se vive en ese estado la reveló el Comandante de la Tercera Región Militar Francisco Jesús Leana Ojeda, cuando aseguró en conferencia de prensa que reducir los índices delincuenciales depende de los grupos antagónicos que se están enfrentando. En pocas palabras el mando militar de mayor rango en Sinaloa reconoció que volver a la paz no depende de las fuerzas de seguridad sino de los grupos criminales.
Pero aún, Harfuch tiene de aliado a un cartucho quemado, un gobernador poco confiable, quien también reconoció que para triunfar en la política en su estado se requiere del visto bueno de los capos, un gobernador exhibido por la FGR en el montaje del presunto asesinato de Héctor Melesio Cuén, su principal enemigo político, un gobernador ya sin margen de operación política.
Par colmo de males, mientras los homicidios dolosos crecen día a día, Harfuch y su jefa tratando desesperadamente de mandar mensajes al extranjero con su combate al fentanilo y decomiso de artículos chinos introducidos ilegalmente, el mismo día en que se anunciaba con bombo y platillo la llegada del super policía a Sinaloa, por la tarde noche asesinan en Ciudad de México -asiento del poder federal- a mansalva a Jesús Pérez Alvear, un operador financiero del Cartel Jalisco, abriéndose otro frente más a cubrir en el tema de delincuencia organizada.
Para capitular las andanzas de Harfuch en Sinaloa, baste repetir sus propias palabras en conferencia de prensa; “La violencia en Sinaloa durará lo que tenga que durar”.