Narcoestado recargado: corrupción, huachicol y ejecuciones bajo la 4T
Toda la plana de MORENA cerró filas en favor del gobernador sinaloense, quien en campaña públicamente aceptó que arribó a la gubernatura con el apoyo del cártel de Sinaloa.

RFInforma / Laura Centeno / Ciudad de México / miércoles 21 20 de mayo del 2025
Redacción.-
Tráfico de combustible procedente de Texas, robo de gasolinas en Pemex, gobernadores y alcaldes ligados a redes criminales, asesinatos, tráfico de fentanilo, entre otros flagelos, son parte de una madeja de problemas que han prohijado miembros de MORENA desde el 2018 a la fecha. Aunque el expresidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que ese fue el país que le heredaron los neoliberales y la actual mandataria –Claudia Sheinbaum –repite el mismo discurso, lo cierto es que actualmente miembros de MORENA aparecen en investigaciones dentro y fuera de México por estar ligados a esos negocios sucios. Sin embargo, en el discurso oficial no pasa nada, aunque pase de todo. Los Casos más recientes que sacudieron al país son los de la gobernadora de Baja California y su esposo –Marina del Pilar Ávila y Carlos Alberto Torres Torres –a quienes les suspendieron sus respectivas visas estadunidenses por estar presuntamente investigados por lavado de dinero y tráfico de diésel –huachicol fiscal –procedente de Texas. El otro escándalo ocurrió la mañana del martes 20. Fue la artera ejecución de dos colaboradores de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada — Ximena Guzmán y José Muñoz — quienes se desempeñaban como secretaria particular y asesor de Brugada, respectivamente.
Si con el PRI el país estaba de rodillas ante el crimen y el gobierno de Estados Unidos, ahora con MORENA las cosas van de mal en peor. El gobierno de Claudia Sheinbaum está más que postrado frente a los dos imperios, el mafioso y el que gobierna el republicano Donald Trump.
Como nunca antes en la historia reciente habíamos visto tanta corrupción en las aduanas, pese a la militarización de las mismas; agentes aduanales implicados en el tráfico ilegal de combustibles –el llamado “huachicol fiscal”; políticos que gobiernan para el crimen organizado, venta de droga de todo tipo, trasiego de fentanilo, guerras entre cárteles, capos que gozan de impunidad, gobernadores que abierta y descaradamente están ligados a las mafias, mientras la presidenta Sheinbaum defiende a capa y espada lo indefendible desde la llamada conferencia mañanera, su púlpito para negar la realidad que se vive en el país.
El caso de Marina del Pilar Ávila, gobernadora de Baja California, es un caso que raya en el descaro. Le acaban de quitar la visa tanto a ella como a su esposo –Carlos Torres Torres –: ambos son presuntamente investigados por lavado de dinero en Estados Unidos y tráfico de combustibles, aunque la mandataria asegura que no tiene cuentas en ese país.
Las protestas no se dejaron esperar. La gente de Baja California exige la destitución o renuncia de Ávila. Ella se aferra al poder, pese a que ya perdió toda credibilidad ante la sociedad bajacaliforniana. El sábado 17 de este mes, los protestantes hicieron una carne asada para aglutinar a cientos de personas inconformes con su gobierno. Pasada la tarde, la protesta dio inicio en Mexicali. La gente se apiñó y comenzó a gritar “Fuera Marina”, Fuera Marina”..
Al llegar la noche, una orden presuntamente proveniente del gobierno estatal fue acatada para apagar las luces de la ciudad y, de esa manera, deshacer la protesta social. Pero la gente más se aferró y lograron iluminar su ruta con las luces de sus teléfonos celulares.
Pese al evidente rechazo social, la presidenta Claudia Sheinbaum dijo en su mañanera que la gente de Baja California apoya a la mandataria. Nada más falso.
Por otra parte, los casos detectados de tráfico de combustible introducido al país desde Texas con documentos aduanales falsos están bajo investigación por parte de la Fiscalía General de la República (FGR), pero hasta ahora no caen cabezas.
Lo mismo pasa con el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, quien presuntamente estuvo presente en la reunión donde fue secuestrado Ismael “El Mayo” Zambada, en julio de 2025, y asesinado el diputado Melesio Cuén, amigo de Zambada.
La impunidad envolvió al mandatario. Toda la plana de MORENA cerró filas en favor del gobernador sinaloense, quien en campaña públicamente aceptó que arribó a la gubernatura con el apoyo del cártel de Sinaloa.
Y por si fuera poco, el martes 20 el entorno más cercano de la jefa de gobierno de la ciudad de México, Clara Brugada, fue sacudido brutalmente. Al filo de las ocho de la mañana su secretaria particular, Ximena Guzmán Cuevas, fue ejecutada en la ciudad de México junto con un asesor de Brugada que respondía al nombre de José Muñoz Vega.
En el parabrisas del vehículo se observan los disparos que hicieron los sicarios que viajaban a bordo de una motocicleta por la calzada de Tlalpan, a la altura del metro Xola, y que segaron la vida de los dos colaboradores cercanos a Brugada. Ella quedó muerta en el asiento del conductor; él –según las versiones iniciales –pudo bajar del auto y correr, pero fue alcanzado por las balas de otro sicario que le disparó. Su cuerpo quedó tendido en la parte trasera del automóvil.
La motocicleta de los asesinos fue abandonada algunas calles adelante del lugar donde ocurrió el crimen. Hasta ahora no hay pistas de los presuntos criminales.
Desde hace varios años, la ciudad de México no sólo ha sido refugio de cárteles sino centro de operación de grupos criminales. En plena avenida Reforma, se recordará, fue atacado a balazos el entonces secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, por un comando armado perteneciente al cártel de Jalisco. El ahora flamante secretario de Seguridad del Gobierno Federal logró salvar la vida por el grueso blindaje de su camioneta.
Posteriormente, el entonces titular de la Secretaría de Seguridad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, Alfonso Durazo, reconoció públicamente que el cártel de Jalisco ya estaba afincado en la capital del país, en alianza con el cártel de Tepito, uno de los más violentos.
Clara Brugada, como jefa de Gobierno, entabló una guerra en contra del llamado cártel inmobiliario. No se conoce que, hasta ahora, ella haya declarado la guerra a los cárteles, pero sí resulta evidente que el asesinato de sus colaboradores –quienes formaban parte de su círculo más cercano – debe entenderse como un claro mensaje de algún grupo criminal, de la mafia, pues.
Con base en información oficial, en la Ciudad de México operan seis cárteles: Sinaloa, Jalisco, Tepito, Nueva Unión Tepito, La Familia Michoacana y Tláhuac.
Sinaloa y Jalisco controlan las terminales aéreas de Toluca, Ciudad de México, Querétaro y Puebla. Por el Aeropuerto Benito Juárez arriban importantes cargamentos de droga que se distribuyen en la capital del país por parte de los grupos criminales afincados en el territorio y cuyas operaciones están presuntamente protegidas por autoridades capitalinas.
Algunas hipótesis del doble homicidio podrían estar relacionadas con intereses que fueron afectados a algún grupo criminal y los dos asesinatos serían parte de la respuesta. Pero esto es sólo una hipótesis. Las autoridades determinarán si se trató de un caso ligado al crimen organizado. Lo que se observa en la escena del crimen es que ambos asesinatos tiene las características de una ejecución al más puro estilo del crimen organizado.