La Familia Michoacana: el cártel sanguinario que domina con fentanilo y terror

La Familia Michoacana pasó del tráfico de metanfetaminas al de fentanilo.

Policíaca

Abr-18-2025

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La Familia Michoacana: el cártel sanguinario que domina con fentanilo y terror

RFInforma / Laura Centeno  / Aguascalientes / viernes 18 de abril del 2025

Redacción.-

Sanguinarios, los miembros de La Familia Michoacana se han posicionado dentro y fuera de México explotando el mercado del tráfico de drogas químicas, particularmente fentanilo, la sustancia que mata unas cien mil personas adictas cada año, de acuerdo con reportes de autoridades estadunidenses.

El nuevo Gobierno de Donald Trump ya catalogó a ocho grupos criminales mexicanos como terroristas, entre los que destacan los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, Golfo, Noreste y ahora incluyó en la lista negra a los cabecillas de La Familia Michoacana, que encabezan los hermanos Johnny y José Hurtado Olascoaga, conocidos en el mundo criminal como “El Pez” y “El Fresa”, respectivamente.

Autoridades estadunidenses consideran a este cártel, cuya base está en el estado de Michoacán, como uno de los mayores introductores de fentanilo a la Unión Americana. En México, dominan los estados de Guerrero, Michoacán y el Estado de México. En esta última entidad han construido un gran feudo: cobran piso en la mayoría de los municipios a los comerciantes grandes y pequeños con protección policiaca; construyen mansiones y usan testaferros para no ser detectados. Imponen el precio de decenas de productos a fin de que los empresarios -comerciantes en su mayoría- obtengan los recursos necesarios para cubrir puntualmente el impuesto que impone uno de los cárteles más sanguinarios del país.

De acuerdo con información de la DEA, la Agencia Antidrogas Norteamericana, los miembros del grupo criminal trafican no sólo con cocaína, heroína y una variedad de drogas de diseño: también explotan el trasiego de fentanilo, droga química que ha desatado por parte del Gobierno de Trump una guerra comercial contra México, Canadá y China con el objeto de que frenen el trasiego de esta letal sustancia que colocó a Estados Unidos como el mayor consumidor del mundo.

El pasado martes, el Departamento del Tesoro anunció sanciones económicas en contra de los jefes del cártel michoacano. En la lista fueron incluidos otros dos hermanos de “El Pez” y “El Fresa” que responden a los nombres de Adita y Ubaldo. Además, el Gobierno de Trump ofrece una recompensa de ocho millones de dólares para quien (o quienes) aporten información para dar con su paradero y poder capturarlos. No sólo eso: Un tribunal federal les imputa el delito de tráfico de drogas.

Los expedientes que los hermanos Hurtado Olascoaga tienen abiertos en Estados Unidos están radicados principalmente en el Distrito Norte de Georgia. Las acusaciones: conspiración para fabricar y distribuir sustancias controladas, como heroína, metanfetaminas, cocaína y fentanilo.

A esto se suman otros delitos: tráfico de seres humanos, migrantes ilegales, y también los acusa de usar la violencia contra sus rivales en el negocio del trasiego de drogas y autoridades mexicanas que están llevando a cabo el combate criminal en todo el territorio. En el informe se destaca que la llamada Nueva Familia Michoacana también ejerce el terror en diversos territorios mediante secuestros, asesinatos y extorsiones, conocido comúnmente como cobro de piso, un negocio criminal que se ha extendido a lo largo y ancho del país.

Crecimiento fulgurante
Los reportes de inteligencia de la DEA y del Buró Federal de Investigaciones (FBI) señalan que La Familia Michoacana se dedica principalmente el tráfico de metanfetaminas, pero en los últimos diez años ha dedicado sus esfuerzos al tráfico de fentanilo.

Este poderío lo ha logrado a partir de que ha enganchado a proveedores de precursores químicos y máquinas para el prensado de pastillas con las que se produce el alcaloide.

Según el Departamento del Tesoro, La Familia Michoacana produce fentanilo en varios estados del país, entre otros, en la Ciudad de México; Altamirano, en Guerrero; Cuernavaca, en Morelos; Culiacán, en Sinaloa; Guadalajara, en Jalisco y Toluca, en el Estado de México, uno de los estados donde domina varios municipios donde impone a sangre y fuego las extorsiones.

Después de producir el fentanilo, los operadores de La Familia Michoacana envían la droga a Estados Unidos donde se distribuye en ciudades como Atlanta, Houston, Dallas, Tulsa, Chicago, Charlotte y Chicago, territorios donde los hermanos Hurtado Olascoaga tienen fuerte presencia a través de sus operadores.

Debido a estas actividades, ocho miembros de La Familia Michoacana fueron sancionados. Se trata de personajes que encabezan la línea de mando de ese cártel michoacano y dichas operaciones –según establecen los informes citados –se realizaban a espaldas de los dirigentes del cártel: Johnny Hurtado y José Alfredo Hurtado Olascoaga, “El Pez” y “La Fresa”, respectivamente.

Los hermanos Hurtado Olascoaga están identificados por las autoridades de Estados Unidos como los máximos jefes de La Familia Michoacana.

Ambos fueron sancionados en noviembre de 2022 por el Departamento del Tesoro debido a su presunta responsabilidad en la producción y tráfico del fentanilo conocido como “Arcoiris”.

Sus principales cómplices en este negocio ilegal son, según la DEA, Rodolfo Maldonado Bustos, quien está ligado con los hermanos Hurtado Olascoaga; actualmente controla las rutas de la droga en Ciudad Altamirano, Guerrero; Zihuatanejo-Lázaro Cárdenas. Este personaje ya estaba en la mira de las autoridades de Estados Unidos desde 2017. Una Corte de Estados Unidos presentó una acusación en su contra por conspiración para traficar heroína.

Otra de las piezas importantes es Josué Ramírez Carrera: se le acusa de ser el operador financiero y tercero en la línea de mando de la Familia Michoacana. Nació en la Ciudad de México. En el mundo del hampa se le conoce como “El Ojo de Vidrio”. y/o “El Tuerto”.

Según los reportes de investigación este personaje se dedica a lavar dinero procedente del tráfico de drogas. De acuerdo con las indagaciones, suele blanquear las ganancias ilegales en la venta de ropa usada. También está ligado al tráfico de armas. Para ello, dirige a un grupo de personas a lo largo del Valle del Río Grande para ocultar pistolas y ametralladoras dentro de paquetes de ropa que son enviados a la Ciudad de México.

A principios de febrero de este año, “El Ojo de Vidrio” fue identificado por las autoridades como autor intelectual del secuestro de cuatro trabajadores de una expendedora de pollos en Toluca, Estado de México, ocurrido en diciembre de 2023.

Por ello, la Fiscalía del Estado de México ofrece una recompensa de gasta 500 mil pesos a cambio de información que lleve a su captura.

En la lista de sancionados también figura Lucio Ochoa Lagunes. Este sujeto es identificado como lugarteniente clave y muy cercano colaborador de José Alfredo Hurtado Olascoaga, “La Fresa”, para quien opera de forma directa.

Su fecha de nacimiento es el 15 de diciembre de 1975 en Veracruz. Actualmente se desempeña como líder de una subplaza en Tlapehuala, Guerrero.

La lista incluye a Euclides Camacho Goicochea. Es oriundo de Guerrero y opera en complicidad con Rodolfo Maldonado. Este sujeto se dedica a traficar drogas, principalmente metanfetaminas a ciudades de Estados Unidos como Houston, Atlanta, Georgia . En este último estado fue acusado de conspiración para traficar con heroína. También pesa en su contra el delito de lavado de dinero.

Otra pieza de Las Familia Michoacana responde al nombre de Uriel Tabares Martínez, de oficio sicario. Opera directamente para los hermanos Hurtado Oleasqueaga. Tiene liderazgo en Ciudad Altamirano, Guerrero. En el mundo criminal se le conoce como “El Médico” debido a los métodos quirúrgicos y violentos con los que asesina y tortura a sus rivales.

Los territorios dominados
El cártel de La Familia Michoacana surgió hace unos catorce años en Michoacán, pero en pocos años alcanzó un poderío descomunal en varios estados del país. Actualmente domina una veintena de entidades, entre otros, Guerrero, Michoacán (su base), Ciudad de México, Hidalgo, Tlaxcala, entre otros.

Opera una narcodinámica feroz: secuestros, cobro de piso, asesinatos, extorsiones, venta de protección, lavado de dinero, despojo de propiedades y una decena más de actividades delictivas.

Es uno de los cárteles más sanguinarios del país junto con el de Jalisco Nueva Generación. Tienen como sello principal la decapitación y el descuartizamiento de cuerpos humanos como una forma de crear terror entre los grupos rivales.

En los estados donde operan disponen de protección oficial por parte de cuerpos de seguridad, fiscales e incluso alcaldes y altos mandos de las policías municipales y estatales. Muchas de estas autoridades están siendo investigadas precisamente por sus vínculos delictivos.

La Familia Michoacana se ha aliado a otros grupos criminales como el cártel de Tijuana, Rojos, Guerreros Unidos, entre otros, y así han mantenido su hegemonía en los territorios que dominan.

Nadie ha podido detener a sus líderes a pesar de que son perseguidos en México y Estados Unidos.

Ahora el Departamento del Tesoro de Estados Unidos les ha puesto el reflector a sus cabecillas y ofrece por ellos ocho millones de dólares de recompensa.

Así, la guerra de Trump contra el fentanilo va incluyendo a un mayor número de cárteles, mientras las autoridades mexicanas continúan desmantelando laboratorios y deteniendo a personajes vinculados al tráfico de fentanilo.

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