Toros, libertad y tolerancia…

El propietario de un animal tiene el derecho de disponer de él como mejor le parezca

Opinión

Mar-19-2025

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Toros, libertad y tolerancia…

RFInforma / Laura Centeno  / Aguascalientes / jueves 20 de marzo del 2025

Redacción.-

La discusión sobre la tauromaquia y las posturas animalistas suele generar debates apasionados, pero en el fondo, el asunto es más sencillo de lo que parece si se analizan sus principios básicos. Los toros, como todos los animales, no tienen derechos, ya que estos son una construcción humana reservada exclusivamente para los seres humanos. Sin embargo, la manera en que tratamos a los animales refleja nuestra moralidad y valores, por lo que deberíamos considerar si es correcto someterlos a sufrimiento innecesario.

El propietario de un animal tiene el derecho de disponer de él como mejor le parezca, siempre que no infrinja las leyes. Esto incluye utilizarlo en espectáculos como la tauromaquia, ya que los toros son elementos dentro de una tradición cultural. Sin embargo, muchas tradiciones han sido cuestionadas y modificadas con el tiempo por razones éticas, lo que sugiere que el mantenimiento de una práctica no es argumento suficiente para justificar su continuidad.

Intentar prohibir la tauromaquia podría llevar a la extinción del toro de lidia, ya que estos animales existen únicamente debido a la demanda económica que genera este espectáculo. Sin embargo, este argumento sugiere que la única manera de preservar una especie es explotándola, lo que significaría que cualquier especie sin utilidad comercial debería desaparecer, una idea que va en contra de los principios de conservación y biodiversidad.

Ver sufrir a un toro puede generar incomodidad, pero esa empatía no debería justificar restricciones sobre la libertad de quienes disfrutan de la tauromaquia. No obstante, el hecho de que algo sea placentero para algunos no significa que deba permitirse sin restricciones, pues la sociedad regula muchas actividades con base en principios éticos, como el maltrato animal en otros ámbitos.

Los animalistas pueden expresar su desacuerdo y tratar de persuadir a otros de boicotear la tauromaquia, pero no tienen derecho a exigir prohibiciones. Sin embargo, la legislación ha evolucionado para prohibir prácticas consideradas inhumanas, como las peleas de perros o el uso de animales en circos, lo que indica que el debate sobre la tauromaquia no es solo una cuestión de libertad individual, sino de valores sociales en evolución.

El respeto mutuo entre seres humanos es clave en este debate. Los aficionados a los toros no deberían ser forzados a abandonar su tradición, pero la tradición tampoco debería ser una excusa para perpetuar prácticas cuestionables. Si la empatía hacia los toros es irrelevante en términos de derechos, entonces tampoco habría razón para considerar la tradición como un argumento válido.

Si no te gustan los toros, tienes derecho a no ir, pero eso no significa que no puedas cuestionar su existencia. Del mismo modo, si alguien no está de acuerdo con prohibir la tauromaquia, eso no significa que deba permanecer inmutable ante los cambios sociales que buscan mayor bienestar animal. La libertad individual es importante, pero también lo es la evolución moral de una sociedad.

Alan D. Capetillo Salas.