RFInforma / Laura Centeno  / Sinaloa / lunes 10 de marzo del 2025

Redacción.-

Sinaloa enfrenta un semestre de violencia prolongada que ha generado gran preocupación y desesperación entre sus habitantes. A pesar de los esfuerzos de los gobiernos federal y estatal para recuperar la seguridad y restablecer la confianza en las instituciones, los resultados, aunque positivos, siguen siendo insuficientes para devolver la tranquilidad a la sociedad.

La estrategia de seguridad, que incluye patrullajes, aseguramientos y detenciones, ha dado frutos en términos de resultados, pero la población aún no siente los efectos de estas acciones en su vida diaria. La sensación de inseguridad persiste, afectando los hogares, los trabajos y los espacios públicos. Para alcanzar una verdadera paz, es necesario que el Ejército, la Marina, la Guardia Nacional y la Policía Estatal Preventiva intensifiquen su trabajo, con el apoyo activo de la ciudadanía.

La violencia que ha marcado los últimos seis meses, atribuida a la guerra interna entre dos facciones del Cártel de Sinaloa, ha dejado cifras alarmantes: 944 homicidios dolosos, 1,076 desapariciones forzadas y 3,464 vehículos robados con violencia, lo que también ha afectado el comercio y el empleo, impactando negativamente la economía estatal.

En términos de operativos, la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General del Estado han logrado importantes aseguramientos, incluyendo más de 200 posibles narcolaboratorios, 718 cámaras de vigilancia inhabilitadas utilizadas por la delincuencia, más de mil maquinistas en minicasinos clandestinos y una media diaria de 10 armas confiscadas, junto con municiones y vehículos. Además, se ha detenido a 920 personas y abatido a 67 delincuentes vinculados al crimen organizado.

Aunque los esfuerzos del gobierno son notables, la paz en Sinaloa aún parece lejana, ya que la violencia sigue siendo un desafío constante. Los períodos de calma suelen ser interrumpidos por nuevos brotes de violencia, dejando a la población en una sensación continua de desamparo. Sin embargo, la lucha contra el narcotráfico sigue siendo una prioridad, y solo mediante la cooperación entre las autoridades y la sociedad se podrá esperar un futuro más seguro para Sinaloa.

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