Por Rodolfo Franco

‘La esperanza de México es Trump’, dice un meme que circula en redes, y no es descabella la aseveración, la presidenta con ‘a’ no hubiera mostrado tanta energía y rapidez en la entrega de capos, si el presidente Donald Trump no hubiera exigido mediante la imposición de aranceles la expedita entrega y combate frontal a la delincuencia organizada, por su parte el Fiscal General de la República justificó la entrega de 29 capos de la mafia bajo la petición con carácter de urgente por parte del gobierno de los Estados Unidos.

Sheinbaum ha mostrado frenesí por combatir la delincuencia organizada –y lo festejo- que no mostraba su antecesor, el llamado ‘narco presidente’ (así lo bautizaron en redes) López Obrador dejó crecerlos bajo su pasivo y complaciente gobierno de ‘abrazos no balazos’. Los datos duros del actual gobierno son elocuentes y exhiben la connivencia del pasado con los cárteles, de acuerdo a las cifras oficiales acopiadas por la empresa TResearch, en todo el sexenio de AMLO se detuvieron a doce mil 319 delincuentes, en cinco meses de Claudia se han detenido trece mil 139, lo que significa un incremento del 1,444%, también muestra cifras relevantes en aseguramiento de armas (93% más), laboratorios destruidos (84% más), droga asegurada (64% más).

La urgencia de los operativos tienen como horizonte el 4 de marzo, fecha en la que entrarán en vigor los aranceles del 25 por ciento anunciados por Trump sobre los productos mexicanos y canadienses y no deja de asegurar que las drogas que llegan a su país son enviadas por conducto de los delincuentes mexicanos; “Las drogas siguen llegando a nuestro país desde México y Canadá a niveles muy altos e inaceptables”, “No podemos permitir que este flagelo continúe dañando a EE.UU. y, por lo tanto, hasta que se detenga o se limite seriamente, los aranceles programados para entrar en vigor el 4 de marzo, de hecho, entrarán en vigor, según lo previsto”.publicó Trump en Truth Social el jueves, y se mantiene aferrado a vincular los aranceles a la migración ilegal y al flujo de fentanilo.

En la entrega de capos de alto nivel, la relevancia la adquiere Rafael Caro Quintero, es un trofeo para Estados Unidos porque es acusado de instrumentar el secuestro y asesinato de Enrique ‘Kiki’ Camarena agente de la DEA, secuestrado en la ciudad de Guadalajara el 7 de febrero de 1985, llevado a una casa propiedad de Rubén Zuno, cuñado del expresidente Luis Echeverría, en esa casa fue torturado para arrancarle la información que había acopiado el agente en relación a las actividades del grupo criminal. Dos días después del secuestro el cuerpo del agente fue localizado en el rancho El Mareño, en el estado de Michoacán. Caro Quintero huyó a Centro América, fue capturado por agentes de la DEA, lo ingresaron al penal de máxima seguridad de El Altiplano, de donde salió el 9 de agosto de 2013, tras 28 años de cárcel cuando la condena era de cuarenta, porque un Juez determinó que tendría que haber sido procesado por un tribunal local y no federal, Caro Quintero se mantuvo prófugo por nueve años hasta su recaptura el 15 de julio de 2022, se trata del delincuente más buscado de Estados Unidos, del que siempre se solicitó su extradición y nunca la obtuvo.

En el fondo el tema es más complejo, al paso de los años se ha logrado conocer que la CIA habría estado detrás de la ejecución del agente de la DEA, luego de que Camarena descubriera el plan de la CIA, que consistía en el envío de cocaína a Estados Unidos utilizando al Cártel de Guadalajara, cuyas utilidades servían para financiar y entregar armas a ‘Los Contras’, guerrilleros que combatían en Nicaragua. El conocimiento y consentimiento del gobierno de México para esta operación fue otorgado por el Secretario de Gobierno de aquella época, Manuel Bartlett Díaz.

En realidad la entrega de Caro Quintero por parte de México es moneda de cambio para que Trump presione a la CIA, agencia que no es de su agrado, para probar que ellos utilizaban a los cárteles para financiar guerrillas y golpes de estado.