Por Rodolfo Franco  / 27 de enero de 2025

La llegada de Donald Trump por segunda ocasión a la presidencia de Estados Unidos ya alteró la estancia de los millones de migrantes, dentro de las muchas órdenes ejecutivas que firmó, se encuentra la declaración de emergencia nacional en la frontera sur (con México), deportaciones de ilegales, traslado de militares a la frontera con México y eliminación de la nacionalidad a los nacidos de inmigrantes en Estados Unidos, por si fuera poco ordenó a los militares «sellar las fronteras«, tomando como justificación el flujo de drogas ilícitas, el contrabando de personas y la delincuencia relacionada con los cruces.

Cuando hablamos de migrantes mexicanos, es importante mencionar que su trabajo es soporte sustantivo de las economías de los dos países fronterizos, para Estados Unidos representa una enorme fuerza laboral que los norteamericanos no desarrollan por el salario que abusivamente pagan a los inmigrantes, mientras que para México son válvula de escape al desempleo y puntal económico por las divisas, es decir las remesas de dinero que envían diariamente a sus familiares en suelo mexicano genera una derrama económica sumamente importante, veamos algunos datos para entender la importancia de la afectación que tendremos que sortear y resolver.

De acuerdo al reporte del INEGI del año 2023, en Estados Unidos radican casi 12 millones de mexicanos, de los cuales se estima que 5 millones se encuentra de manera ilegal, su estancia en el país del norte se basa fundamentalmente por la búsqueda de un trabajo que aquí no han encontrado o bien uno mejor remunerado, su esfuerzo y trabajo se refleja en las remesas, estas han crecido tres veces en los últimos diez años, por ello México se encuentra en segundo lugar a nivel mundial como receptor de remesas, el pasado 2024 rebasó los 65 mil millones de dólares y representan el 4.5 por ciento del Producto Interno Bruto nacional (PIB), casi similar al que genera el petróleo (5.2%), para dimensionar el monto que se recibe, cabe decir que sería equivalente al presupuesto del gobierno de Aguascalientes para 33 años. Solo el turismo supera a las remesas con el 8.6% del PIB.

El crecimiento en las remesas es un tache para un gobierno, no es timbre éxito, la ausencia de trabajo provoca la huida de mexicanos a Estados Unidos, evidentemente más mexicanos en el norte se refleja en el monto de las remesas. Lamentablemente el sexenio de López Obrador desaceleró la generación de empleo, en el año 2024 se registró la segunda generación de puestos de trabajo más baja en los últimos 15 años, solo después del 2020, año en el que impactó la pandemia de COVID-19. 

La embestida de la furia del gobierno de Trump se mostró cuando el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en un solo día deportó a 2 mil personas a nuestro país, la política xenófoba de los norteamericanos puso en modo de alerta los tres niveles de gobierno para procurar un control los daños que se avecinan. Más la solución no cantar el himno nacional ni la beca de dos mil pesos, la estrategia es brindar facilidades a los empresarios para la generación de empleos en México, comenzando con brindar menor carga impositiva a quienes sí pagamos impuestos, solo que eso será más que imposible, de los impuestos obtiene el gobierno el dinero para pagar las dádivas clientelares que apuntalan el gobierno ‘generoso’ de Sheinbaum y mantenga su ‘popularidad’, que por cierto no nos aporta beneficios, solo nutre ego.