Honduras amenaza con retirar apoyo militar a EE. UU. por políticas migratorias de Trump
La base Soto Cano, ubicada en Comayagua, alberga a más de mil efectivos militares y civiles estadounidenses
RFInforma / Laura Centeno / Honduras / martes 7 de enero del 2025
Redacción.-
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, amenazó con expulsar al ejército estadounidense de la base militar Soto Cano si el presidente electo Donald Trump lleva a cabo deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados. En un discurso transmitido por radio y televisión, Castro afirmó que tales medidas hostiles justificarían un cambio en las políticas de cooperación militar con Estados Unidos, señalando que las bases, mantenidas sin costo para EE. UU. durante décadas, perderían su razón de ser en territorio hondureño.
El secretario de Relaciones Exteriores, Enrique Reina, respaldó la declaración y confirmó que la presidenta puede cancelar unilateralmente el acuerdo que permite la presencia militar estadounidense en Honduras desde los años 80. Aunque esta medida podría afectar la relación con su principal socio comercial y proveedor de ayuda humanitaria, Castro subrayó que la defensa de los derechos de los migrantes es prioritaria.
La base Soto Cano, ubicada en Comayagua, alberga a más de mil efectivos militares y civiles estadounidenses. Originalmente construida para contrarrestar amenazas comunistas, su enfoque actual incluye ayuda humanitaria y combate al narcotráfico. Sin embargo, la posible expulsión plantea dudas sobre la continuidad de estas actividades en la región.
Analistas, como Will Freeman del Consejo de Relaciones Exteriores, calificaron la postura de Castro como sorprendente, especialmente dado que Honduras depende económicamente de Estados Unidos. A pesar de recientes decisiones confrontativas del gobierno hondureño, como la terminación de un tratado de extradición, Castro ha intentado mantener apoyo estadounidense en temas humanitarios.
Por su parte, otros gobiernos latinoamericanos, como el de México, adoptan una posición más conciliadora frente a las amenazas de deportación masiva de Trump. La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum reiteró la disposición de su país para recibir migrantes deportados y destacó las contribuciones de los trabajadores mexicanos a la economía estadounidense.
Honduras y México han convocado una reunión regional de ministros de Exteriores para discutir las posibles deportaciones, subrayando la importancia de una respuesta coordinada. Mientras tanto, las declaraciones de Castro han generado división interna, con algunos congresistas hondureños abogando por diálogo con Trump para evitar represalias económicas y políticas.