De la Cuarta Transformación a la Cuarta Hipoteca: crisis de adeudos millonarios

Mega inversiones generan deuda; adeudos del Tren Maya y Pemex afectan planta productiva nacional

Nacional e Internacional

Dic-13-2024

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De la Cuarta Transformación a la Cuarta Hipoteca: crisis de adeudos millonarios

RFInforma / Laura Centeno  / Ciudad de México / viernes 13 de diciembre del 2024

Redacción.-

Se tiene que tener muy poca vergüenza para salir como gobierno de la Cuarta Transformación (4T) a anunciar mega inversiones para nuevos trenes, cuando se tienen adeudos multimillonarios con proveedores del Tren Maya y de Pemex.

Apenas el lunes, decenas de contratistas del recién inaugurado tren peninsular, bloquearon por más de cuatro horas las carreteras a Querétaro y a Hidalgo. Exigían que la Secretaría de la Defensa les pague los adeudos de una obra que ya se dio por terminada y que desde agosto se niegan a cubrirles lo que ya erogaron y concluyeron.

Son principalmente empresas propietarias de camiones que transportaron materiales como el balasto, en donde algunos de los jefes verde olivo hicieron pingües negocios, se forjaron fortunas y en muchos casos, esos capitales se hicieron al amparo del incumplimiento de pagos a trabajos terminados. Nadie les cubre un peso desde hace cuatro meses en que se dio por cerrada la obra faraónica -y hasta hoy, inútil- del Tren Maya.

Ahora, para parchar el capricho, el gobierno de la 4T tiene que transformarse en agencia de viajes y promover paquetes que incluyan vuelos desde el semidesértico Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, en la incipiente línea aérea estatal llamada Mexicana que no alza el vuelo y con destinos a lugares por donde pasa el vacío Tren Maya. Tres fracasos que están costando al Erario -con nuestros impuestos- miles de millones sin que se vea alguna pronta solución. Demasiado gasto, escaso ingreso.

Nada diferente a lo que sucede en Pemex, en donde cientos de proveedores de la paraestatal más endeudada del planeta están quebrando, cerrando total o parcialmente sus empresas de construcción y de servicios, porque el gobierno de la Cuarta Transformación no tiene para pagarles los 400 mil millones de pesos que se les deben. Sí, 20 mil millones de dólares de obras y servicios concluidos.

Las facturas en la paraestatal petrolera están congeladas y lo poco que sale, trae a cuestas una enorme comisión de “‘moches” que sólo abultan los bolsillos de un puñado de directivos y “negociadores” que presumen relaciones con la ex familia presidencial.

Tan sólo para cumplir los caprichos del Tren Maya, Dos Bocas y el AIFA, más las urgencias electorales que se dieron en la carrera presidencial 2024, el entonces gobierno de Andrés Manuel López Obrador recurrió este año a préstamos por 1.7 billones de pesos, con lo que se podrían haber construido 5 veces el Tren Maya o poco más de 18 veces el programa nacional de medicamentos.

Sólo puede calificarse como criminal el que, sin que se hayan pagado los adeudos del Tren Maya ni los miles de millones de Pemex -Dos Bocas incluido- se tenga la desfachatez de programar un nuevo gasto de 157 mil millones de pesos para otros trenes, cuando las empresas que esperan sus pagos se asfixian en adeudos. Son empréstitos que, al no cumplirles con los pagos, se genera una cadena de deudores. Y eso, al final del día, los obliga a reducir su planta laboral para sobrevivir o incluso -como ya sucede en muchos casos- son orilladas a cerrar porque su capital acabó devorado por el incumplimiento del gobierno.

Y ni modo que digan que el gobierno de López Obrador manejó ejemplarmente la deuda pública. Cerraron el 2024 con 6.5 billones de pesos de empréstitos. Esa cifra supera en tres veces lo que se endeudó Vicente Fox en su sexenio. O dos y media veces lo que se elevó la deuda en el sexenio de Felipe Calderón. Y un 50 por ciento más de la deuda que contrató en sus seis años Enrique Peña Nieto.

La presidenta Claudia Sheinbaum tendría que hacer un alto en el camino, porque con tantas facturas pendientes de pagar a empresas privadas se corre el riesgo de colapsar un segmento importante de la planta productiva.

Podrían darnos a detalle lo que se le debe a proveedores del Tren Maya, Dos Bocas y el AIFA, para saber en dónde estamos prados. Y a partir de ahí, decidir si lo mejor es pagar lo que se debe, antes de empezar lo que sin duda traerá nuevos adeudos. Hasta que quiebren a la Nación.

Lo dicho: estamos, no ante la “4T” -la Cuarta Transformación-, sino ante la “4H”, la Cuarta Hipoteca de México.

 

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