RFInforma / Ciudad de México / lunes 10 de junio del 2024

Redacción.-

Por Mar Morales

El triunfo de Claudia Sheinbaum parece misa de varios sacerdotes.

Y es que en tanto ella se esfuerza por parecer prudente varios de sus cercanos no le ayudan nada y en tono pendenciero están queriendo aplanar el triunfo de la morenista, mostrándose como protagonistas.

Veamos por ejemplo a Gerardo Fernández Noroña, quien acapara los reflectores un día sí y el otro también.

El diputado petista, que no se caracteriza por su tono conciliador, ha tomado el micrófono en todo momento para arremeter contra la oposición, pero además habla, y habla de más, respecto al paquete de reformas que se deben aprobar antes del término de la actual administración federal. En este sentido, sabemos de sobra que a la virtual presidenta se le entrega el compromiso, nada menor, de consolidar las reformas constitucionales propuestas por Andrés Manuel López Obrador, incluidas en el polémico ‘Plan C’, que a muchos tienen con el alma en vilo, pues habrá cambios radicales que no serán del todo para beneficiar a la población.

A los morenistas se les dio todo el poder. Con su mano mágica y muy a modo, podrán entregarnos un país distinto, pero sobre todo, con cambios sustanciales en el Poder Judicial. Da miedo lo que en esta materia pueda ocurrir.

Sabemos del radicalismo y necedad de la bancada de Morena y sus aliados. No saben perder y no saben conciliar. Lo estamos viviendo en este momento con la elección a la gubernatura de Jalisco, donde acusan al INE estatal de inclinar la balanza hacia el candidato de Movimiento Ciudadano Pablo Lemus, que obtuvo el 43.17% de votos, contra 38.21% a favor de Delgadillo al término del conteo de cómputos distritales.

Alfonso Durazo, gobernador de Sonora, ni tardo ni perezoso, anunció que habrá impugnación y acusó desaseo en los comicios, argumentando manipulación del PREP, «pérdida de la cadena de custodia y trazabilidad de los paquetes electorales», «pérdidas de boletas», «rechazo a la apertura de paquetes” y algunas inconformidades más, que dejan muy mal parado al partido guinda, que jura y perjura que el INE es incorruptible. ¿A veces sí y a veces no?

Estos dos personajes, sin dejar de mencionar a su dirigente nacional, Mario Delgado, parecen más que voceros, dueños del triunfo de Sheinbaum y en lugar de ayudarla, le están echando tierra “sin querer queriendo”.

No hablemos del presidente, quien ya anunció su gira de despedida por varios estados del país al lado de su sucesora. Como dice la canción de José Alfredo Jiménez, está “que se va, que se va” y quizá nunca se vaya.

El rumor de que sus hijos José Ramón, Gonzalo y Andrés Manuel López Beltrán, podrán incursionar en la política en el próximo gobierno es cada vez más fuerte.
«Ellos son libres, si deciden seguir participando lo van a hacer, pero no me van a representar porque yo ya concluyo y no voy a tener representantes», dijo en días pasados en su conferencia mañanera.

La mano que mueve la cuna en cada paso que da Claudia es el machismo, que como lastre cargará la presidenta si no se desliga a tiempo, es más, desde ya.
Tuvieron que pasar 200 años para que una mujer nos gobierne, si no hay una ruptura inmediata el triunfo de la doctora lucirá gris, a medias, por decir lo menos.