Hubo tiro en el segundo debate presidencial
Ambas se acusaron de corrupción, de mentirosas y mostraron carteles para sustentar sus dichos

RFInforma / Ciudad de México / lunes 29 de abril del 2024
Redacción.-
Por Mar Morales
Debió ser un duelo de reinas y fue una auténtica batalla. Este domingo 28 de abril vivimos el segundo debate presidencial, que tuvo lugar en los Estudios Churubusco de la Ciudad de México. Los periodistas moderadores fueron Adriana Pérez Cañedo y Alejandro Cacho.
Desde pasadas las seis de la tarde vimos llegar a los candidatos. La primera fue Xóchitl Gálvez, abanderada de Fuerza y Corazón por México, quien dijo que iba con todo y confiada. La acompañaron Marko Cortés, Santiago Creel y Jesús Zambrano. El gran ausente fue el priista Alejando Moreno.
Minutos después llegó Jorge Álvarez Máynez, candidato de Movimiento Ciudadano, acompañado de su esposa y al final apareció Claudia Sheinbaum, arropada por toda la banda morenista, incluido Marcelo Ebrard, el hijo desobediente.
Como era de esperarse, las dos candidatas mujeres, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez llegaron con la espada desenvainada para atacarse en forma inmisericorde.
Ambas se acusaron de corrupción, de mentirosas y mostraron carteles para sustentar sus dichos, pese a las llamadas de atención de la moderadora.
Hubo también los “daños colaterales” pues las acusaciones hacia Rocío Nahle, perdedora absoluta del debate veracruzano, no se hicieron esperar, como tampoco se fue limpio Santiago Taboada, candidato a la jefatura de gobierno de la ciudad de México. Ninguno de estos pillos salió bien librado aunque no tenían vela en el entierro.
El formato de este debate fue más amable que el anterior. Ahora los ciudadanos participaron en forma activa, enviando videos con sus inquietudes que los candidatos respondieron, haciéndolo más ameno.
Las redes sociales también tuvieron una participación importante. Las menciones, tanto negativas como positivas daban cuenta del interés despertado entre las personas, donde el hashtag #LaCandidatadelasmentiras rápidamente se posicionó.
Y es que Xóchitl Gálvez usó ese mote para referirse a Claudia Sheinbaum diciendo lo que todos sabemos: es culpable de la tragedia de la Línea 12, de la caída del Colegio Rébsamen en el terremoto de 2017 y su familia está involucrada en distintos actos de corrupción.
La primera candidata en tomar la palabra fue Xóchitl Gálvez, representando a Fuerza y Corazón por México, quien dijo que actualmente vivimos en un narcogobierno que está coludido con los delincuentes y que por eso no se acaba el cobro de piso, dando como resultado que los alimentos sean más caros.
Habló de propuestas viables para favorecer a la clase media, como la excepción de impuestos a quienes ganen menos de 15 mil pesos mensuales, de crecimiento económico y seguridad, temas que sin duda, le ganarán puntos entre la población.
Jorge Máynez, por su parte, también se aventó a decir que de llegar a la presidencia el salario mínimo será de 10 mil pesos mensuales, y sin quedarse atrás, se sumó al tren de las descalificaciones defendiendo que en su paso por la Cámara de Diputados presentó más iniciativas que Xóchitl Gálvez.
Por su parte, Sheinbaum presumió crecimiento económico, aumento de empleo, aumento del salario mínimo, deuda controlada e inflación controlada, “La deuda no ha aumentado”, dijo.
En los diversos temas que se abordaron no hubo mayores aportaciones. Las candidatas y el candidato expusieron lo mismo que han dicho en campaña; promesas que se verá si quien gane las cumple.
Al final, llamó la atención que en tanto las dos mujeres se dijeron ganadoras, Máynez expuso un breve mensaje con las peticiones de su hijo para un México mejor.
Desde mi punto de vista, creo que tanto Claudia como Xóchitl nos quedaron a deber. Es cierto que en la política lo normal es la masculinización del discurso, el ataque hacia el contrario y el enarbolar los méritos propios. Pero faltó más humanismo, menos agresividad y más enfoque de género hacia millones de mujeres que esperan que quienes nos gobiernen las volteen a ver.
Y aunque todos echan las campanas al vuelo, nadie gana ni nadie pierde el debate.
La elección es la que define al o la candidata ganadora y en cada uno de nosotros queda elegir entre la ineficiencia probada de un gobierno que ha dejado un número inhumano de muertes o darle la oportunidad a alguien más.
Estamos a tiempo de razonar. ¿Usted a quién le va?