La Tormenta que se Avecina
“No es un liberal porque su tema es el poder, no la limitación del poder” Krause de López Obrador
Por Rodolfo Franco
La elección de junio será el comienzo de otra crisis política en México porque existen solamente tres caminos a seguir, de triunfar morena y aliados la presidencia de la República, la destrucción de las instituciones será una realidad, el control cuasi militar un hecho, la limitación de las libertades y la pérdida del estado de derecho se convertirá en anhelo del pasado. De ganar Xóchitl la presidencia, el presidente, Sheinbaum, gobernadores y lambiscones llenarán las plazas con tiendas su partido de campaña, habrá bloqueos, paros, impugnaciones y la crisis poselectoral generará más violencia de la que ya estamos viviendo.
El tercer camino es que Shienbaum gane la elección, pero el control del Congreso no, situación que impediría que la mal llamada cuarta transformación logre la promulgación de una nueva ‘Constitución Amorosa y Humanista’. También se prevé que pierdan el gobierno de Morelos, Puebla y Veracruz, lo que sumado dará pie a impugnaciones, litigios, marchas y plantones.
El gobierno de López Obrador ha sido lo peor que hemos tenidos en seis sexenios, es un gobierno de un solo hombre, que se ha caracterizado por anteponer su yo a las necesidades del pueblo que dice tanto querer y por el dar la lucha, es un hombre mesiánico, egoísta, megalómano, hipócrita, traidor, misógino, mitómano y sectario.
Gobernó fundamentalmente para construir su gobierno, alejado y apartado de normas y leyes, para él solo impera su voluntad caprichosa e impulsiva, cargada de resabios, rencores y vendettas, fue un sexenio de simulaciones y permisibilidad a la corrupción y el enriquecimiento, comenzando por sus hijos, familiares, funcionarios y amigos.
Un gobierno movido a base de impulsos caricaturizados y protagonizados por su runfla de aduladores, una prueba irrefutable es el video en el que acompañado de la esposa, su corcholata hoy candidata, subyugados militares y desconcertados funcionarios que operan como convidados de piedra, se prestaron al montaje de Epigmenio en donde se muestran sonrientes sentados en el vagón del tren que llega al despreciado aeropuerto Felipe Ángeles, un tren que nunca existió, solo en la imaginación del presidente, igual que la aerolínea del ejército que bajaría costos, abarrotaría los aeropuertos y surcarían los cielos con modernos aviones de una aerolínea hoy demandada, que despega y termina aterrizando en otro destino tirando combustible. O un tren que depreda la selva cuando juró y perjuró que no tumbaría ni un solo árbol y no se ruboriza por su dicho, al contrario ahora vitupera a la periodista y la acusa de ser vocera de los neoliberales, y acusa de magnificar y exagerara que el tren se haya descarrilado, minimiza violar la ley cuando un juez ordena parar las obras de un tramo del tren y se escuda diciendo que son argucias de jueces corruptos y que no le vengan con que la ‘ley es la ley’, le reclaman pobladores de las comunidades expropiadas de sus tierras para que pase el tren y los llama ‘vendidos’ a los poderosos, a los que quieren seguir robando a México.
Defiende a Rocío Nahle acusada de corrupción, su ex secretaria de Energía, responsable de la construcción de la refinería de Dos Bocas, donde se duplicó el costo y no refina, lo reduce a politiquería y dice que ya se producen gasolinas, mientras que Pemex fija fecha de producción para el año 2025.
El presidente de ganar o perder Sheinbaum provocará caso y crisis porque esa es su naturaleza; ser porro, agitador, provocador.