Linchamientos: Manifestación de injusticia

El linchamiento es una expresión de crisis de inseguridad, violencia e impunidad.

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Abr-08-2024

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Linchamientos: Manifestación de injusticia

 

Por Rodolfo Franco / Lunes 8 de abril del 2024

El asesinato de la niña Camila, acontecido el 27 de marzo en el municipio de Taxco, perteneciente al atribulado estado de Guerrero, desencadenó la furia de los vecinos por la tardía actuación de las autoridades ministeriales, fue la génesis del linchamiento de tres personas, dos hombres y una mujer, Ana Rosa, quien fallecería a causa de los golpes que le propinaron los vecinos enardecidos porque los presuntos secuestradores de la niña se encontraban guarecidos en su vivienda y no llegaba la orden de aprehensión luego de que los papás denunciaron que la niña había sido secuestrada y asesinada por el trio atrincherado en la casa.

Lo que sucedió es ahora el pin pon de acusaciones y responsabilidades entre autoridades municipales, estatales y ahora hasta federales porque el presidente López Obrador se metió, hoy se culpan unos a otros y terminó de momento con la destitución del secretario de seguridad pública municipal por su irresponsable declaración al señalar a la madre de la niña Camila de descuidada.

El linchamiento es un fenómeno sumamente antiguo, reflejado por el dramaturgo español Lope de Vega en su obra Fuenteovejuna, una obra teatral en la que el pueblo entero se pone de acuerdo para dar muerte a Hernán Pérez de Guzmán, Comendador Mayor de Calatrava, por los muchos agravios que pretendían haberles hecho; “Todo el pueblo a una”, o mejor dicho, él solito se murió y entre todos lo mataron.

En Taxco ‘El pueblo bueno y sabio’ descrito por el presidente, decidió hacer justicia por su propia mano ante la indolencia, falta de preparación, empatía, carencia de vocación de servicio o desinterés de las autoridades, vaya usted a saber cuál supuesto aplica, pero el hecho es la reacción natural de la sociedad ante la injusticia.

Merced a las redes y los teléfonos inteligentes, pudimos observar la furia ciudadana desencadenada -como la liberación del átomo- con dantescas escenas teñidas de harta sed de venganza contra algo o contra alguien aprovechando la fuerza de la muchedumbre.

Lo grave y lamentable del linchamiento de Taxco es que no se trata de un fenómeno nuevo, entre enero del año 2016 y el 2022, en México se han registrado 1,423 linchamientos consumados y 196 intentos.

Otro dato aportado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado y la Universidad Autónoma de México (UAM), establece que desde el año de 1992, México ha experimentado 3.5 linchamientos o intentos al mes, y conjeturan que la proliferación de estos actos punitivos extralegales se interpreta como una reacción ante la crisis de autoridad y la desconfianza en las instituciones de justicia.

Especifican que a pesar de ser actos prohibidos constitucionalmente, los linchamientos persisten, evidenciando una profunda crisis en la impartición de justicia y una violación a los derechos humanos de los acusados. Los académicos establecen características distintivas de los linchamientos, como el acto consumado, la tentativa fallida de “provocar la muerte” y el anonimato de los agresores, que actúan impulsados por un deseo de castigo.

Las estadísticas indican que el Estado de México, Ciudad de México, Puebla, Oaxaca y Tlaxcala presentan la mayor incidencia de estos sucesos, motivados por delitos que van desde el hurto hasta delitos sexuales, de acuerdo lo publicado por Contramuro.

En resumen el linchamiento es una de las expresiones más graves de la crisis en materia de inseguridad, violencia e impunidad que enfrenta nuestro país, reconoció la CNDH.