Por Rodolfo Franco / lunes 18 de marzo del 2024

El más reciente escándalo de corrupción surgió la semana pasada en el estado de Nuevo León, cuando el periódico Reforma desnudó al gobernador Samuel García, señalándolo de triangular más de 200 millones de pesos de un proveedor del Gobierno a un despacho jurídico del que es socio junto a su padre. Samuel reconoció la operación justificando que se trató del pago de honorarios por servicios prestados en el año 2017. Samuel llegó por el partido que se autodefine como la tercera vía, Movimiento Ciudadano, fustigan la ‘vieja política’ pero aparentemente se opera con las mismas malas mañas de esa vieja política.

Lopez Obrador encabezando su partido Morena, llegó con la bandera de combate feroz a la corrupción está sumido en los mismos actos de corrupción del criticado pasado, los hijos del presidente cobran relevancia en la trama de corrupción, la Casa Gris donde vivía José Ramón, la empresa de cacao de Andrés que utiliza el programa Sembrando Vida para su empresa, los amigos de los hijos involucrados en varios negocios del Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, el ahora parque ecológico de Texcoco y obras en Tabasco, Felipa la prima del presidente recibió jugosos contratos de Pemex y sigue recibiendo contratos, los hermanos del presidente, Pío y Martín Jesús recibiendo sobres amarillos repletos de dinero, en Segalmex se cometió el mayor fraude, 15 mil 300 millones de pesos, la maestra Delfina cobraba diezmo a los trabajadores, hechos reconocidos por ella, pese a ello fue candidata y se convirtió en gobernadora del estado de México, Ana Gabriel Guevara desde que asumió la dirección de la Conade ha sido señalado de actos de corrupción, por ello en febrero de este año la Auditoria Superior de la Federación presentó dos denuncias penales debido a irregularidades por 279.6 millones de pesos.

El PRI es el campeón de la corrupción, para no ir muy lejos en el gobierno de Enrique Peña Nieto se desviaron más de 7 mil millones de pesos que debían llegar a la población a través de la llamada Estafa Maestra, el caso Odebrech llevó a la cárcel a Emilio Lozoya por recibir sobornos de la empresa para otorgarle contratos en Pemex, también se le señaló de recibir sobornos de Alonso Ancira para otorgar contratos a la empresa Altos Hornos de México y por adquirir la planta de Agronitrogenados en condiciones de chatarra por la que se pagó como nueva, el icono de la corrupción del sexenio de Peña Nieto fue la Casa Blanca de la Gaviota.

El PAN tuvo su expresión de corrupción con la famosa Estela de Luz, construida en el sexenio de Felipe Calderón para conmemorar el bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución Mexicana, cuyo monto pasó de 393 millones a mil 146 millones de pesos. Otro acto de corrupción fue cometido en Pemex cuando asignó a la empresa fantasma Servicios de Alquiler en Hidrocarburos (SAH), S.A. de C.V. ubicada en Nuevo León, cuyos accionistas eran personas humildes que vivían en una colonia popular, un contrato por casi mil millones de pesos, otro contrato se asignó a la empresa Seadragon de México, constituida un día después del lanzamiento de la licitación para la renta de una plataforma de perforación por un monto de 10 mil 300 millones de pesos. Los contratos involucraban a personajes panistas.

Del sexenio de Vicente Fox se podría escribir un libro aparte, pero su gobierno quedó marcado cuando se dio a conocer el ‘Toallagate’, recién asumió la presidencia adquirió 87 toallas de todos tamaños a razón de 440 dólares cada una, cortinas a control remoto de 17 mil dólares y sábanas de 3 mil quinientos dólares, era solo el comienzo del sexenio.

La corrupción no tiene partido, color, nombre ni apellido.

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