RFInforma / Ciudad de México /miércoles 3 de enero del 2024

Redacción.-

El sueño es una pieza fundamental en nuestra salud y bienestar general. Más allá de ser una deliciosa pausa en nuestras vidas diarias, dormir lo suficiente y disfrutar de un sueño de calidad es esencial para mantener un estilo de vida saludable y equilibrado. Pero, ¿cuántas horas deberíamos dormir de acuerdo a nuestra edad?

Cuando ignoramos la necesidad de descanso, estamos jugando con la salud a largo plazo de nuestro organismo. La falta de sueño no solo nos hace sentir cansados y malhumorados al día siguiente, sino que puede tener consecuencias más serias.

Cuando nos privamos del sueño adecuado, nuestro cuerpo y mente sufren las consecuencias. Un estudio publicado por la National Sleep Foundation en 2015 nos brinda recomendaciones valiosas sobre la cantidad de horas de sueño que deberíamos estar buscando según nuestra edad. Pero antes de adentrarnos en esos datos, es crucial entender por qué es vital cumplir con estas horas de sueño.

La falta de sueño no solo nos deja somnolientos y menos concentrados, sino que también aumenta el riesgo de enfermedades a largo plazo. Enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes tipo 2 y trastornos del estado de ánimo son solo algunas de las amenazas que acechan cuando no respetamos nuestro tiempo de descanso.

¿Y qué hay de nuestra mente? La falta de sueño puede convertirnos en versiones menos eficientes de nosotros mismos. Nuestra capacidad cognitiva se ve afectada, la concentración y la memoria disminuyen, y tanto el rendimiento académico como laboral se ven comprometidos. Pero eso no es todo; nuestras emociones también se ven afectadas, desencadenando irritabilidad, cambios de humor, ansiedad y depresión.

Ahora que entendemos la magnitud de los problemas que pueden surgir de no dormir lo suficiente, veamos las recomendaciones del estudio mencionado. Desde los recién nacidos hasta los adultos mayores, cada grupo de edad tiene sus propias necesidades de sueño:

Pero, ¿qué pasa si realmente cumplimos con estas recomendaciones? Dormir lo suficiente no solo nos hace despertar frescos y renovados, sino que tiene beneficios fisiológicos para nuestro cuerpo que no deberíamos subestimar.

Durante el sueño, nuestro cuerpo se embarca en un proceso de reparación celular y regeneración de tejidos. Esta restauración es crucial para la salud cardiovascular y puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y presión arterial elevada. Además, el sueño fortalece nuestro sistema inmunológico, defendiéndonos de infecciones y enfermedades.

El vínculo entre sueño y peso corporal también es innegable. La falta de sueño puede desregular las hormonas que controlan el apetito, llevándonos a comer más y hacer elecciones poco saludables, aumentando el riesgo de obesidad. Y, por supuesto, no podemos olvidar la conexión entre sueño y salud mental. Una buena noche de sueño ayuda a procesar emociones y pensamientos, contribuyendo a la estabilidad emocional y mental.

Para concluir, el sueño no es solo un lujo que podemos permitirnos cuando nos queda tiempo, sino una necesidad esencial para una vida saludable y equilibrada. Establecer rutinas de sueño regulares y crear un entorno propicio para el descanso son estrategias efectivas para maximizar estos beneficios. Así que, la próxima vez que consideres quedarte despierto hasta tarde, recuerda: el sueño no solo es reparador, ¡es esencial para tu bienestar!

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