RFInforma / Estados Unidos / lunes 6 de noviembre del 2023

Redacción.-

Consciente del fenómeno gancho de la inteligencia artificial (IA), Elon Musk ha decidido incursionar en esta tecnología de la mano de Grok, un chatbot que promete erigirse en una atractiva alternativa a ChatGPT y que estará imbricado en la red social X (antes Twitter).

Según el empresario sudafricano, Grok es una IA inspirada en la novela británica de ciencia ficción La guía del autoestopista galáctico y pretende «dar respuesta a casi cualquier cosa e incluso sugerir qué preguntas hacer».

Grok se precia además de ser una IA ungida con el don de la ocurrencia, por lo que es capaz de dar respuesta a las preguntas planteadas por los usuarios con «un poco de ingenio y tiene una vena rebelde». Quizás por esta razón, y en vista del ingenio agazapado en las entrañas de Grok, es recomendable no emplear esta inteligencia artificial si «odias el humor», advierten sus creadores.

Aparte de ser graciosa, la principal particularidad de Grok es que dispone de un conocimiento del mundo en tiempo real a través de la red social X. La IA de Elon Musk marca así distancias con otras inteligencias artificiales apalancadas en bases de datos desactualizadas que no tienen en cuenta acontecimientos de nueva hornada.

Otro rasgo que distingue a Grok de otros chatbots de corte similar es que responderá preguntas interesantes que son a menudo rechazadas de plano por la mayor parte de los sistemas de IA.

«Queremos crear herramientas de IA que ayuden a la humanidad en su búsqueda de comprensión y conocimiento», subraya en un comunicado xAI, la startup consagrada a la inteligencia artificial de Elon Musk. «Creemos que es importante diseñar herramientas de IA que sean útiles para las personas de todos los orígenes y opiniones políticas», añade la compañía de Elon Musk.

En cuatro cuatro exámenes diferentes Grok supera a GPT-3.5, pero no a GPT-4
El objetivo de Grok es erigirse en un «potente asistente de investigación para cualquier persona» apoyándose para ello en el modelo de lenguaje Grok-1. Desarrollado en los últimos cuatro meses tras entrenar previamente a su predecesor Gork-0 con 33.000 millones de parámetros, Grok-1 ha sido sometido a una serie de evaluaciones utilizando diferentes puntos de referencia estándar de aprendizaje automático.

De acuerdo con xAI, Grok ha superado con éxito cuatro exámenes que ya han enfrentado previamente otras inteligencias artificiales. Y de los resultados se colige que Grok-1 supera en todas las pruebas a GPT-3.5, si bien es superado con holgura por GPT-4, el modelo más avanzado de IA de OpenAI.

Grok «es únicamente superado por modelos que fueron entrenados con una cantidad significativamente mayor de datos y recursos informáticos como GPT-4», subraya xAI. «Esto muestra el rápido progreso que estamos logrando en la capacitación del modelo de lenguaje con una eficiencia excepcional», apostilla la compañía.

Pese a que Grok se trata de una IA eficiente, no es en modo alguno inmune a los errores y «aún puede generar información falsa y contradictoria», advierte xIA. Y tales errores son aún más difíciles de atajar porque Grok se alimenta de fuentes en tiempo real. En todo caso, xIA se tomará la molestia de supervisar todas las respuestas procuradas por Grok al usuario «buscando en diferentes fuentes, verificando pasos intermedios y empleando feedback humano» cuando así sea necesario.

«Creemos que la IA tiene un inmenso potencial para aportar un valor científico y económico significativo a la sociedad, por lo que trabajaremos para desarrollar salvaguardas confiables contra formas catastróficas de uso malicioso», destaca xAI. «Creemos en hacer todo lo posible para garantizar que la inteligencia artificial siga siendo una fuerza para el bien», recalca la empresa de Elon Musk.

Grok está por el momento única y exclusivamente disponible para un «número limitado» de usuarios de Estados Unidos, cuyo «feedback» será tenido en consideración por xAi para «ayudar a mejorar sus capacidades antes de un lanzamiento más masivo». Para utilizar Grok hay que residir en Estados Unidos y apuntarse previamente a una lista de espera.

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