RFInforma / Ciudad de México / martes 22 de agosto del 2023

Redacción.-

En un contexto de globalización, las estrategias empresariales se enfocan en la optimización de costos y el aumento de eficiencia. En este escenario, ha surgido una tendencia creciente conocida como “nearshoring”, una modalidad de inversión extranjera que implica desplazar parte de las operaciones comerciales o servicios de una empresa hacia países cercanos geográficamente, esto en lugar de optar por ubicaciones más distantes o lejanas.

En el caso de México, la relocalización ha demostrado ser una oportunidad de desarrollo económico y social significativa. Nuestro país es uno de los más atractivos a nivel internacional por su ubicación geográfica, por ser socio de potencias mundiales como lo son Canadá y Estados Unidos, además de contar con una fuerza laboral calificada.

En este sentido, las áreas de Capital Humano tienen un gran desafío para aprovechar este gran fenómeno y poder captar el talento adecuado que ayude al crecimiento de estas empresas en términos de productividad, resiliencia y adaptabilidad. Para ello será necesario trabajar en tres grandes pilares: capacitación, desarrollo y compensación, elementos que en conjunto ayudarán a crear ecosistemas laborales atractivos.

1. Capacitación
El nearshoring también implica la adopción de nuevas tecnologías y metodologías de trabajo para garantizar una operación fluida, así como eficiente. La llegada de estas grandes industrias demandará nuevos perfiles laborales relacionados con la automatización y el análisis de datos, entre otros.

Mediante la capacitación constante, los colaboradores se mantendrán actualizados en las últimas tendencias, en el manejo de herramientas y mejores prácticas. Esto les permitirá aplicar nuevos conocimientos además de aptitudes en su trabajo diario, optimizando los procesos y consolidando que la empresa se mantenga a la vanguardia de la innovación.

2. Desarrollo
Fomentar una cultura laboral de evaluación continua y calibración de competencias será indispensable para que las compañías puedan detectar brechas en las habilidades del personal. Esto les permitirá diseñar planes de capacitación y desarrollo adecuados para fortalecer las destrezas de los empleados, al mismo tiempo que se aseguran de estar alineados con las tecnologías y métodos más actuales que dan respuesta a los retos de las organizaciones para ser competitivas en el mercado laboral.

Al realizar evaluaciones y conversaciones periódicas, las organizaciones promueven una cultura de mejora continua. Los trabajadores se sienten valorados, escuchados y apreciados cuando se les brinda retroalimentación constructiva sobre su desempeño y aspiraciones, lo que aumenta la motivación y compromiso. Asimismo, esta formación de mejora constante incentiva al talento a buscar oportunidades para crecer profesionalmente, aportar nuevas ideas o soluciones innovadoras.

3. Compensación
Para las áreas de Capital Humano es un reto empezar a conocer el nivel de competitividad en temas de oferta de compensación y su distintivo en la oferta de valor con escucha del colaborador, en esquemas monetarios y no monetarios. Recordemos que la falta de adecuación de los programas retributivos a las necesidades de cada individuo es una de las principales causas de desmotivación y distracción, llegando en algunos casos a experimentar agotamiento y estrés, afectando la productividad.

Para evitar esta situación, las organizaciones deben armonizar los salarios y los beneficios generales tradicionales, buscando enfoques más allá de lo convencional, que respondan a la demografía y demanda del colaborador identificando su distintivo en la oferta de valor. De igual manera, las empresas deben ofrecer paquetes de compensación competitivos que impulsen un sentido de lealtad hacia la organización, reduciendo la rotación, los costos asociados a la contratación y la formación de nuevos talentos.

No hay que olvidar el bienestar
El nearshoring puede convertirse en una poderosa herramienta que, bien aprovechada, puede generar un impacto positivo en la calidad de vida laboral y personal de la fuerza trabajadora. A medida que más organizaciones optan por globalizar servicios y proyectos a países cercanos, surge la necesidad de enfocarse no sólo en los beneficios económicos, sino también en el bienestar integral de los equipos de trabajo, incluyendo el bienestar financiero.

En este sentido, una comunicación constante, abierta y transparente es esencial para asegurar que el talento esté alineado con los objetivos y cambios que implica. Externar cómo beneficia esto tanto a la empresa como a los empleados ayudará a reducir la incertidumbre y la ansiedad que puedan surgir en este proceso.

Por otro lado, el nearshoring puede implicar trabajar con equipos distribuidos en diferentes zonas horarias, por lo que ofrecer opciones de trabajo flexible, como horarios ajustables o trabajo remoto, puede facilitar la conciliación entre la vida laboral y personal, reduciendo el estrés, incluso mejorando el bienestar emocional de los trabajadores.

Finalmente, considero fundamental involucrar a los colaboradores en el proceso de transición y que puedan participar en la toma de decisiones en ciertas áreas, para así empoderarlos y hacer que se sientan valorados con un liderazgo cercano y empático.

Aquellas organizaciones que logren anticiparse a las tendencias emergentes estarán mejor preparadas para enfrentar los desafíos venideros. Adaptarse a estos cambios no sólo implica mantenerse competitivos en el mercado, sino también incluir el bienestar integral en la oferta de valor para nuestro principal activo, empoderándolos con las herramientas y recursos necesarios para prosperar en un entorno laboral en constante cambio.

» Fuente «