Por Rodolfo Franco

La abogada Andrea Rocha ha presentado más de 300 amparos en contra de hospitales públicos con la finalidad de lograr que personas enferma de cáncer cervicouterino, de mama y varones con cáncer prostático tengan el tratamiento requerido para no morir, la razón de la lucha contra la institución de salud es porque argumentan que no tienen recursos para adquirir los medicamentos, en otros casos los aparatos especializados para la radioterapia están descompuestos y no hay dinero para repararlos. Andrea ha presentado también 6 cartas al presidente solicitando atender la situación, recibirla para platearle el problema y no ha tenido respuesta.

En los hospitales públicos se atiende a más de 2 millones de enfermos adultos que no reciben en tiempo y forma el tratamiento, de ellos a un millón no se le surte las recetas ordenadas por los médicos.

Los recursos económicos de los fideicomisos para Riesgos Catastróficos en materia de salud que eran empleados para este tipo de situaciones fueron eliminados por el presidente, argumentando corrupción, y al ofrecer un sistema de salud como en Dinamarca o mejor, ya no faltarían medicamentos, todo quedó igual o peor, porque extinguió el Insabi, ordenó disponer de 500 millones de pesos para la adquisición de cachitos de boletos de lotería para la rifa del avión sin avión y el resultado es que se obtuvieron 184 millones de pesos en premios, pero se perdieron 316.

Esta es solo una arista de desinterés del presidente por atender los problemas de salud, porque recursos a su decir si los tiene, el pasado viernes en su conferencia matutina informó que en los que va de su gobierno, por el combate al robo de combustible se ha logrado un ahorro de 281 mil millones de pesos, cantidad equivalente a 5 millones 855 mil dosis de trastuzumab, uno de los medicamentos empleado para el combate al cáncer.

Y mientras los pacientes se debaten entre la vida y la muerte, el presidente en otro amarre con el ejército los convierte en empresarios aeronáuticos al comprar la marca Mexicana de Aviación a un costo de 815 millones de pesos, y ponerla a volar con aviones y personal rentados que tendrán un costo de 4 mil millones de pesos solo para el inicio de operaciones, lo que provocará una desleal competencia con las aerolíneas que actualmente operan, además seremos los mexicanos que sí pagamos los impuestos los que financiaremos las pérdidas del sueño macuspano, como lo estamos haciendo con el aeropuerto de Santa Lucía sede de la nueva aerolínea, la refinería de Dos Bocas que a la fecha no refina gasolina -ambas instalaciones por cierto, recientemente inundadas por falta de diseño y adecuada planeación- y del Tren Maya ni que decir, ya está inaugurado en el sueño del dictador porque la obra no está terminada.

La ocurrencia voladora ya anunció la venta de boletos sin tener el costo de ellos, pero aseguraron que estarán un 20 por ciento más baratos, para atender la ‘demanda’ de vuelos, la Sedena arrendará 10 aviones Boeing de nueva generación con todo y tripulación, 3 de ellos se recibirán el 30 de septiembre y los 7 restantes para el 30 de octubre afirmó Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa Nacional, por cierto el modelo de operación de la aerolínea será tipo outsourcing, contrastando con la retórica matutina del presidente que acusa ese modelo como neoliberal y vaya usted a saber cuánto habrá de tras mano por la millonaria asignación del contrato.

De modo que el argumento inicial del presidente sobre la utilización de los aviones de la Sedena para convertirlos en aviones de pasajeros fue otra mentira más.

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