RFInforma / Ciudad de México / lunes 24 de julio del 2023

Redacción.-

La esperada Oppenheimer – 95% por fin llegó a las salas de cine este fin de semana y, tal como se preveía, su paso por la taquilla está siendo espectacular. La nueva propuesta de Christopher Nolan no ha pasado desapercibida ante nadie, logrando números bastante sólidos en sus días iniciales. Por si fuera poco, el propio director ha roto una marca bastante especial dentro de su filmografía, señal que habla muy bien sobre su trabajo y los grandes progresos que ha hecho con el paso de los años.

Oppenheimer es la historia de un hombre torturado por su propia creación. La película se centra en su papel como director del Proyecto Manhattan durante la Segunda Guerra Mundial, que llevó al desarrollo y la posterior detonación de las primeras bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. Aunque su labor contribuyó a la victoria aliada, también significó la creación de armas de destrucción masiva con un poder sin precedentes, que causaron un sufrimiento inimaginable, pérdida de vidas y efectos devastadores a largo plazo en las ciudades y sus habitantes, planteando serias cuestiones éticas sobre el uso de la ciencia en el contexto de la guerra y el control de armamento.

Tal y como se esperaba, Cillian Murphy está espectacular como protagonista de Oppenheimer, una actuación digna de premios que podría dar frutos en la siguiente temporada. La película ha llegado tan lejos que, de acuerdo con medios como Discussing Film y Box Office Mojo, ya recaudó US $80.5 millones tan sólo en la taquilla de Estados Unidos, convirtiéndose en el estreno más grandioso del director, al menos no vinculado a alguna propiedad intelectual (recordemos que con Batman las cifras fueron mucho más grandes). En cuanto a la taquilla global, se han calculado US $175 millones, espectacular teniendo en cuenta los US $100 millones de presupuesto; un triunfo monumental para Nolan (después de la fallida Tenet – 83% en tiempos de pandemia).

Las películas de Chris Nolan se caracterizan por su narrativa ingeniosa y compleja, su enfoque en la mente humana y la realidad subjetiva, y su habilidad para mezclar elementos de géneros diversos. Sus películas a menudo presentan estructuras no lineales, saltos temporales y giros inesperados que desafían al espectador a estar siempre alerta. Además, Nolan es conocido por su uso magistral de la cinematografía, efectos prácticos y visuales impresionantes que dan vida a escenarios grandiosos. Su obsesión por explorar temas como la identidad, la moralidad y la percepción de la realidad le ha otorgado un sello distintivo en la industria del cine y lo ha convertido en uno de los directores más influyentes y aclamados de su generación.

Con Oppenheimer, Nolan se enfoca en una narración más realista, acercándonos al hombre conocido como el padre de la bomba atómica, un sujeto al que no se encarga de juzgar mediante la puesta en escena, solamente de mostrar todas sus facetas. El director mismo habló sobre el tema en una entrevista con Empire a principios de junio:

Realmente quería repasar esta historia con Oppenheimer; no quería sentarme a su lado y juzgarlo. Parecía un ejercicio inútil. Eso es más material de documental, teoría política o historia de la ciencia. Esta es una historia que experimentas con él, no lo juzgas. Te enfrentas a estos dilemas éticos irreconciliables con él.

Mientras tanto, Oppenheimer continúa enfrentándose a Barbie en la taquilla global, con la segunda logrando el mejor fin de semana y siendo tendencia en todas las redes del mundo. Ambas películas se hicieron excelente promoción mutua, convirtiéndo al famoso Barbenheimer en uno de los eventos cinematográficos más comentados del año, y uno de los más inusuales en la historia de Hollywood. Los tiempos de pandemia han quedado atrás y las salas de cine vuelve a fluir como antes: Barbie y Oppenheimer son la prueba de que la industria de cine estadounidense es muy capaz de reunir cientos de millones de dólares con sus enormes producciones.

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