RFInforma / Ciudad de México / sábado 22 de julio del 2023

Redacción.-

Si algo nos caracteriza a los seres vivos en nuestro efímero tiempo de vida, en esta larga historia llamada vida, con la evolución y avance de las ciencias y las tecnologías, el ser humano se ha dado a la tarea de buscar como ralentizar el deterioro de nuestro cuerpo y mente.

Nuestra especie tiene un promedio de vida de entre 74 y 75 años, según la información recabada por el INEGI, sin embargo, esto puede variar entre más o menos años por muchos factores, como la alimentación, ejercicio, enfermedades degenerativas, entre otras circunstancias.

Es ese último punto el que se presenta con más frecuencia, las enfermedades degenerativas o el deterioro cognitivo debido a la edad.

Una de las primeras partes del cuerpo en sucumbir ante el desgaste de la edad, es el cerebro, este es un órgano de importancia vital, con el cual sin él no podrías realizar nada, no coordinaríamos nuestras extremidades, ni podríamos respirar, o pensar, ni hablar, ni siquiera vivir.

El cerebro es el motor de nuestro organismo, es quien manda las señales para que nuestros órganos y resto del cuerpo funcionen. Para los expertos que dedican su vida al estudio de tal órgano, es de suma importancia encontrar la manera de detener el decremento de vida que va teniendo con el paso de los años.

Recientemente, en la revista científica Nature, se ha publicado un artículo con relación al estudio de una proteína que nuestro organismo produce, pero que con el paso de los años y de la edad, esta va disminuyendo su producción, esto va causando paulatinamente el deterioro en la cognición de los seres humanos.

La función de esta proteína es ayudar a realizar la conexión sináptica de neurona a neurona.

Klotho

Así es como llaman a esta proteína producida dentro de nuestro cuerpo, el mismo artículo hace alusión a una serie de experimentos procedidos con chimpancés de edad avanzada, las pruebas fueron para determinar si la segregación artificial de klotho en el organismo del primate provocaba algún efecto beneficioso en su cognición.

Para sorpresa de los investigadores, al inyectar klotho en los monos, lo cuales tenían una edad que oscilaba entre los 22 años, se pudo observar cómo la degeneración causada por la edad dio marcha atrás.

Las variables cognitivas de los primates fueron medidas antes y después de ser suministrada la proteína.

Por lo que, se hizo una comparativa del nivel cognitivo al haber inyectado klotho, esto fue medido por una serie de experimentos sencillos, a través de juegos de memoria espacial, esconder un dulce y buscarlo, fue la técnica aplicada a estos animales para determinar si hubo una mejora en el trabajo cognitivo efectuado por sus viejos cerebros.

Se registró que los chimpancés obtuvieron mejoría, ejecutaron las pruebas con 60% de intentos correctos, más de la mitad de las veces el mono lograba recordar en donde se encontraba la golosina, mostrando un aumento en su capacidad de memoria.

Este nuevo avance abre puertas de posibilidades para poder crear fármacos que detengan enfermedades degenerativas, o incluso el daño causado por la edad, aunque, aún está en pañales este estudio, es un paso hacia la dirección correcta.

Por lo pronto, la técnica de suministrar la proteína klephe a organismos parecidos al del ser humano, funcionó, sin embargo, aún queda un buen camino por recorrer para que esta sustancia pueda ser administrada en personas de forma segura.

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