El sobreendeudamiento y sus consecuencias: cómo enfrentar el estrés financiero
“Muchas personas llegan al sobreendeudamiento al punto de padecer estrés financiero porque siguen una dinámica de negación y confrontación»
RFInforma / Ciudad de México / jueves 15 de junio del 2023
Redacción.-
Hace menos de un año Luis dejó de pagar su tarjeta de crédito, por lo que se encuentra en un proceso de cobranza, desde entonces comenzó a alejarse de sus conocidos, tiene inseguridad y preocupación al momento de gastar o administrar el dinero, además suele evitar las llamadas o correos que se relacionen con las instituciones financieras, estos son síntomas de estrés financiero.
Existen muchos casos como el de Luis, de acuerdo con el reporte Bienestar financiero 2023, elaborado por Invested, en México más de 50% de la población sufre de estrés financiero.
Joselyn Quintero especialista en neurofinanzas, explicó que las personas al caer en un sobreendeudamiento pasan por un proceso de negación y confrontación con su realidad financiera, y esto da como resultado un alto nivel de estrés financiero.
“Muchas personas llegan al sobreendeudamiento al punto de padecer estrés financiero porque siguen una dinámica de negación y confrontación. Podríamos decir que es como el alcohol, tomas una cerveza y crees que puedes tomar más porque aguantas, eso ocurre con los créditos, se tiene una negación que se alimenta de una idea esperanzadora, ‘no estoy endeudado en la siguiente quincena me pongo al corriente o con las utilidades puedo pagar mi deuda´”, explicó.
De acuerdo con Quintero, las personas aceptan que tienen un sobreendeudamiento hasta que existe una confrontación con su realidad financiera, es decir cuando las tarjetas se encuentran sobregiradas, las instituciones financieras niegan el otorgamiento de crédito, o existen procesos de cobranza.
Lourdes Pedroso, especialista en temas de cobranza, explicó que al existir una confrontación con la realidad financiera, los usuarios ya padecen de un alto estrés que los puede poner en riesgo, ya que durante este proceso muchos desarrollan sentimientos de culpa y vergüenza, los cuales se manifiestan a través del aislamiento de sus seres cercanos, angustia cuando administran el dinero, además de ansiedad ante el acercamiento de las instituciones financieras.
“El aislamiento y los sentimientos de culpa o vergüenza son señales de alarma de un alto estrés financiero, si no soy capaz de contarle a mí círculo más cercano, menos podré llegar a un acuerdo con el banco, o comenzaré a buscar salidas que me pueden poner en riesgo ante créditos desventajosos”, comentó Lourdes Pedroso.
De acuerdo con las especialistas, al detectar que existe un alto estrés financiero, lo principal para poder disminuirlo y salir del sobreendeudamiento es identificar qué acciones provocaron dicho estado.
Por ejemplo, si se recurrió al financiamiento para sostener un estilo de vida por arriba de los ingresos, se puede comenzar por estructurar un plan de gastos limitado en el que se contemple una cantidad fija para pagar la deuda. Por otro lado si se tiene un sobreendeudamiento por un descontrol ante varios créditos se puede comenzar un plan de pagos.
Despachos de cobranza
Alan Ramírez, director de Coperva empresa de cobranza regulada por Condusef, explicó que las instituciones financieras regularmente se encuentran abiertas a pactar alternativas para saldar una deuda, por ello recomendó atender las llamadas o correos. Incluso, si no se llega a un acuerdo en el primer momento, los usuarios tienen derecho a sólo escuchar las diferentes alternativas y después evaluar cuáles son acordes con sus finanzas personales.
También precisó que existen diferentes regulaciones para proteger a los usuarios ante las empresas de cobranza, por lo que se pueden levantar una queja si éstas incurren en amenazas de embargo, llamadas fuera de horario, intimidación o cobranza a familiares.
Joselyn Quintero detalló que lograr salir de un sobreendeudamiento ayuda incluso a aumentar la autoestima, ya que otorga una visión de logro y superación, además de que ayuda a tener mayor resilencias y prudencia al momento de tomar decisiones financieras.