Por Rodolfo Franco

“La experiencia siempre ha demostrado que jamás suceden bien las cosas cuando dependen de muchos”

Nicolás Maquiavelo

La política mexicana cuenta con reglas no escritas, una de ellas es de suma valía para la gobernabilidad; presidente o gobernador saliente no interfiere con el entrante, esto evita la distorsión política del pasado con el presente entre funcionarios, grupos de poder y electores.

Quien aprende las lecciones de la historia bien aprende a gobernar, la noche del jueves 9 de abril del año 1936, autoridades de la Ciudad de México irrumpieron en la residencia del ex presidente y ‘Jefe Máximo de la Revolución’ Plutarco Elías Calles para ‘disuadirlo’ dejara la capital, fue llevado al entones puerto aéreo de la Ciudad de México para ser subido a un avión, en él lo esperaban sus tres cercanos colaboradores, Luis N. Morones, Luis L. León y Melchor Ortega, los cuatro distinguidos pasajeros fueron llevados a Estados Unidos, el destierro fue el precio por intervenir ostensiblemente en el ejercicio de la política y vida pública durante el sexenio del presidente Lázaro Cárdenas del Río, así concluyó el ‘Maximato’ de Calles.

El 10 de enero del año de 1989, el poderoso líder petrolero Joaquín Hernández Galicia, alias ‘La Quina’, fue detenido en su residencia de Ciudad Madero Tamaulipas junto a otros compañeros sindicales e incondicionales, se le acusó de homicidio (sembrándole un cadáver) y acopio de armas. ‘El Quinazo’ como se le llamó al hecho, aconteció apenas a un mes y diez días de haber asumido la presidencia Carlos Salinas de Gortari, ‘El Quinazo’ se le llamó al derrocamiento del poderoso líder de un sindicato millonario, que siendo priísta, había financiado y simpatizado con el candidato víctima de la caída del sistema, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, hijo del presidente que expulsó al que ostentaba el Maximato. La detención de La Quina por parte de Salinas ‘noqueó’ a todos los líderes sindicales y marcó el rumbo del nuevo sexenio, se despejó el gobierno de opositores mandando a la cárcel al opositor más poderoso.

‘El Golpe de Timón’ sirve para evitar la distorsión, mostrar quién tiene el control de los bártulos del poder. En un gobierno muy incluyente como es el actual, con funcionarios de otros partidos y funcionarios del pasado, Martín Orozco Sandoval, ex gobernador, ex presidente municipal y ex senador pretende seguir manejando los hilos del poder, cuenta con aliados e incondicionales, diputados, funcionarios, líderes de colonia, de opinión y sindicales que mantienen actividad política, frenan, distorsionan, informan, reportan, accionan y buscan controlar algunas áreas del gobierno estatal y municipal.

Martín sabe que su juego de poder funciona porque observa dos zanjas que el partido tiene por pasar, la prueba de fuego de MIAA y la elección del 2024, observa que el municipio se puede convertir en un ente vulnerable a partir de octubre cuando asuma la prestación del servicio de agua, porque lamentablemente con o sin Veolia los problemas de desbasto del líquido persistirán, se ocuparán algunos años para revertir la antigüedad de las líneas y la insuficiencia de recursos económicos, sabe que el partido tendrá su leviatán en el MIAA y observa el nicho de oportunidad en la oposición .

Entiende que la aduana del 2024 también dependerá de la operación de MIAA, de ahí que mantener y reponer curules para el panismo de palacio será tarea primordial, por eso se siente seguro, porque se considera indispensable, dejarlo seguir será luego muy tarde descabezar la Hidra de Lerna sembrada por Martín que cogobierna en los dos palacios y parte del Congreso.

En contraparte a su auto valoración, Martín es más frágil de lo que se pudiera pensar, acumula expedientes en su contra, de modo que ‘El Golpe de Timón’ no sería el efecto boomerang contra el panismo como se estima, sería lección al exhibir al corrupto, mostrar la voluntad de arrancar los abrojos de la tierra fértil, sería atacar la corrupción.

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