Así responde Sheinbaum al destino de los víveres para el terremoto de Turquía que terminaron en las arcas del gobierno
La periodista logró rastrear una bolsa de arroz y un paquete de papel de baño que donó gracias a unos AirTag que escondió en los víveres
RFInforma / Ciudad de México / lunes 12 de junio del 2023
Redacción.-
A raíz de la investigación de la periodista Pamela Cerdeira en la que expone que 10 toneladas de los víveres recaudados en un centro de acopia instalado en el gobierno de la Ciudad de México “se extraviaron”, Claudia Sheinbaum cuestión por qué hasta ahora, cuatro meses después, sale a la luz el reportaje.
Cerdeira respondió que por varias razones. La primera y la más importante, dijo, porque le interesaba ver cuál era el destino final de los artículos donados por los capitalinos para los damnificados por el terremoto de Turquía.
Aunando a eso, esperó a que pasara el proceso electoral del Estado de México “por que ya sabemos cómo se las gastan”. Finalmente concluyó con que las buenas investigaciones, llevan tiempo.
¿Qué dice el reportaje?
El gobierno capitalino reportó 30 toneladas de víveres, y tras una solicitud de información de Pamela Cerdeira, le mandaron fotos para evidenciar que “todo” lo enviaron al hangar de la SEDENA en Santa Lucía y de ahí se enviaron al país damnificado. Pero eso no sucedió.
La periodista logró rastrear una bolsa de arroz y un paquete de papel de baño que donó gracias a unos AirTag que escondió en los víveres. ¿Su ubicación? Los rollos de papel higiénico terminaron en un mercado de Tacuba y el arroz en el almacén de la Secretaría de Finanzas del gobierno de la CDMX. No sólo lo donado no se envió a Turquía, o la Secretaría de Gobernación de la capital mintió en la solicitud de información y los víveres ni siquiera pasaron por Santa Lucía, las autoridades responsables negaron lo expuesto por Cerdeira.
El 15 de febrero la Secretaría de Defensa hizo un comunicado en el que informó que se enviaron Turquía 100 toneladas de víveres compuestas de la siguiente manera: 75 provenían de la Embajada de Turquía en México; 5 las aportaron la SEDENA a través de un fondo para desastres y 20 toneladas del Gobierno de la Ciudad de México.