La capital de la opacidad: el gobierno de la Ciudad de México no publica sus contratos

La normativa de la Ciudad establece que toda la información de los contratos debería de estar publicada en el sitio de contrataciones Tianguis Digital

Nacional e Internacional

May-16-2023

212
La capital de la opacidad: el gobierno de la Ciudad de México no publica sus contratos

 

RFInforma / Ciudad de México / martes 16 de mayo del 2023

Redacción.-

El Gobierno de la Ciudad de México ha sido reconocido con premios y ha recibido apoyos financieros de organizaciones internacionales debido a las medidas de transparencia e innovación en su sistema de contrataciones públicas. Una de estas medidas es el sitio Tianguis Digital, en el que supuestamente se deberían transparentar los datos de todas las compras hechas por el gobierno capitalino. Han pasado más de 4 años sin que publique en este sitio información sobre las contrataciones, lo que implica una negligencia mayor en el acceso a la información y una violación a las leyes de la Ciudad.

Capital de la opacidad: el gobierno de la Ciudad de México no publica sus contratos

Hace dos meses, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad publicó una investigación que documentó que el Tianguis Digital no tiene información disponible de ninguno de los contratos de esta administración. Que no tengamos información abierta de los contratos de la Ciudad de México es un problema importante para la vida pública. Este texto busca argumentar sobre la importancia de la transparencia y cómo la opacidad debilita a las instituciones y el ejercicio de los derechos de la ciudadanía mexicana.

La jefa de gobierno de la Ciudad, Claudia Sheinbaum, mencionó en la conferencia de prensa del 24 de marzo —días después de la publicación de la investigación que se realizó en MCCI— que la Ciudad de México ha ganado diversos premios en materia de transparencia como una prueba de que no eran ciertos los señalamientos sobre los problemas reportados sobre el Tianguis Digital. Pese a los premios, al visitar la página del Tianguis Digital es evidente que la Ciudad no ha transparentado ahí ningún contrato de los últimos años, lo que les corresponde por obligación de transparencia. Es una ironía que el sitio que presumen como un avance de la transparencia sigue sin ofrecer información sobre uno de los contenidos centrales que debería incluir.

Poco después, la Secretaría de Administración y Finanzas (SAF) afirmó a través de un comunicado en su cuenta oficial de Twitter que cumplían a cabalidad con las obligaciones de transparencia y rendición de cuentas en contrataciones públicas. Como prueba de ello, acompañaron el comunicado con 3 imágenes que incluían las direcciones electrónicas de las 108 plataformas de transparencia, correspondientes a cada una de las instituciones y entidades que conforman el gobierno de la capital. Tener que visitar 108 sitios distintos dificulta el acceso a la información en la medida en que no hay una revisión centralizada de lo que se publica: si hay o no información, si está actualizada, si está homologada o si está presentada toda la información. Esto imposibilita un seguimiento del dinero público. Un ejemplo: en lugar de revisar rápidamente si alguna dependencia dio un contrato a una empresa fantasma en una sola base de datos, con la información que ofrece el gobierno de la Ciudad de México se necesita visitar y descargar cientos de documentos fragmentados y muchas veces incompletos.

La normativa de la Ciudad establece que toda la información de los contratos debería de estar publicada en el sitio de contrataciones Tianguis Digital. El sistema debería de estar homologado entre instituciones, actualizado periódicamente y accesible para que cualquier persona consultara la información en un solo sitio. En ese sentido, el gobierno de la ciudad ha incumplido.

¿Qué pasa cuando un gobierno incumple sus obligaciones de transparencia?

La transparencia y la rendición de cuentas son pilares fundamentales de una democracia. Por estas exigencias del gobierno podemos saber cómo sucede la gestión pública y qué aciertos y errores ha tenido. También diagnostica las fallas para que nuestro dinero sea usado en los mejores servicios públicos posibles. No solo es un derecho de la ciudadanía. Es una obligación del gobierno informar de forma accesible para cualquier persona que quiera saber lo que sucede en lo público.

La transparencia se puede presumir en el discurso; sin embargo, es fácil comprobar si hay transparencia, no es un tema sujeto a interpretaciones. Basta con revisar las fuentes de información pública. Cuando no hay transparencia, es aún más claro: la información es omisa, las fuentes están desactualizadas y hay vacíos o problemas con los datos. Eso sucede en la Ciudad de México. Cualquier persona que intente revisar la información de contratos en las 108 ligas propuestas por el gobierno comprobaría que, en 1 de cada 4 sitios, la información no está actualizada. La transparencia debe de verse reflejada en datos abiertos en el sistema electrónico de compras Tianguis Digital.

El incumplimiento de las leyes de transparencia debilita a las instituciones por dejarnos a las y los ciudadanos al margen de cómo y a quién se contrata. La opacidad pone en duda nuestra confianza en las dependencias y entidades de la ciudad. No se puede declarar un efectivo combate a la corrupción ni que han mejorado las prácticas de contratación si no conocemos toda la información de las contrataciones públicas.

La impunidad y la falta de consecuencias públicas ante estas violaciones a la ley por parte del propio gobierno da pie a que se incurra en riesgos de corrupción en las contrataciones públicas. En tanto que solo quienes están dentro tienen acceso a toda la información, la ciudadanía está fuera de la toma de decisiones consensuadas que se necesitan para tener un uso de nuestro dinero transparente y eficiente.

Ante la opacidad, la exigencia ciudadana

No solo el Tianguis Digital revela falta de cumplimiento con la transparencia. Las solicitudes de información a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) también son un indicador importante en términos de disponibilidad de la información pública como recurso para la ciudadanía. Cuando los datos son accesibles y transparentes hay un menor número de solicitudes de información. No es el caso de la Ciudad de México.

En la administración actual, la encargada de la información de las contrataciones públicas es la Secretaría de Administración y Finanzas. Hay tendencias relevantes cuando se comparan el número de solicitudes que ha recibido de 2018 a 2023 con respecto a las del sexenio anterior. En los primeros cuatro años del gobierno anterior (2012-2016) hubo un total de 8 mil 685 solicitudes. Para el mismo periodo, pero del actual gobierno capitalino (2018-2022), Finanzas recibió 18 mil 499 solicitudes. Es decir, aumentó en 113% las solicitudes ciudadanas de acceso a la información.

https://contralacorrupcion.mx/wp-content/uploads/2023/05/image-768×768.png

La razón de insistir tanto en la publicación de información de contrataciones tiene que ver con la necesidad de tener instituciones públicas que cumplan con la ciudadanía, que garanticen derechos y servicios públicos eficientes. Saber cómo contratan, nos da la posibilidad de entender por qué hay tantos problemas y dónde está la raíz y solución de los mismos. Tiene entonces sentido por qué se cayó la Línea 12 cuando se analizan las irregularidades desde que iniciaron los contratos para su construcción.

El limitado acceso a la información de contratos nos permitió también saber, por ejemplo, que durante la pandemia se contrató a una agencia de publicidad para abastecer a Servicios de Salud Pública con equipo de protección para su personal médico. Esto implica que el proveedor no tenía la experiencia ni capacidad para realizar ese contrato y, sin embargo, se dio por adjudicación directa como la mejor opción. La publicación de la información también ha permitido conocer casos de corrupción como los recién publicados sobre obras en la alcaldía Benito Juárez

Los casos anteriores los encontramos gracias a la poca información disponible. Eso nos permite levantar la voz para exigir que haya sanciones para quienes incumplen y alternativas para arreglar los incumplimientos, pero ¿cuántos otros casos hay de corrupción y violaciones a la ley que desconocemos por la opacidad que gobierna esta Ciudad? Esta es la pregunta obligada ante unas autoridades capitalinas a las que no les gusta la transparencia. Como muestra está que después de más de cuatro años, el gasto sigue siendo opaco y discrecional. Hasta que no conozcamos y tengamos en un solo sitio toda la información de todas las contrataciones, de cada peso y centavo gastado por el Gobierno de la Ciudad, no hay discurso sobre corrupción que sea más que palabras.

» Fuente «