Por Rodolfo Franco

Siendo presidente electo López Obrador, el 10 de agosto del 2018 envío el boletín número cuatro en el que señalaba que al asumir la banda presidencial enviaría “…un paquete de iniciativas con el propósito de que haya austeridad republicana, que no se permita en el gobierno la corrupción y se elimine por completo la impunidad”.

Las iniciativas serían de papel, en los hechos nada fue como lo anunció el presidente, un dato duro lo publica la empresa TResearch, en cuatro años y meses de gobierno de la 4T se han cometido 87 mil 593 delitos por servidores públicos, delitos denunciados, otro tanto no se denuncia.

Revisando las cifras por año, en el último de Peña Nieto (2018) se documentaron 18 mil 332 delitos, creció al año siguiente con López, su clímax en el 2020, se registraron 21 mil 883 delitos.

Y muestran abundan de la corrupción e impunidad, Segalmex es un claro ejemplo, el monto dos veces y medio el de la estafa maestra da cuenta de la profunda corrupción y la impunidad, el titular y protegido del presidente solo fue movido de dependencia, su única culpa en justificación de López Obrador es que lo engañaron sus subordinados y nunca se enteró del desfalco de 15 mil millones de pesos.

Segalmex no es la única dependencia que contrata sin licitar, todo el gobierno de la 4T realiza la misma práctica, ocho de cada diez contratos se realizan sin licitación, otra maroma de opacidad ideada es asignar obras al ejército, por ser recursos asignados a la seguridad nacional las auditorías topan con pared.

Es tan dispar su discurso que reservan los contratos de las millonarias compras de vacunas para combatir el Covid-19 y asignan un contrato de mil setecientos millones a una empresa de reciente creación solo porque el accionista estuvo cerca de López en la campaña.

Los viajes del general secretario Luis Crescencio Sandoval al extranjero son una ofensa para el pueblo, la austeridad es una mentira, la utilización de los bienes públicos en beneficio personal es igual que en el pasado; aviones del Ejército, escoltas, personal de apoyo, hoteles de lujo, comidas y cenas en los mejores restaurantes sin faltar la familia, son muestra del doble discurso, resultado, el presidente lo minimiza y pregunta ¿cuánto gana Loret? exhibe los ingresos de los Ministros de la Corte, de los Consejeros Electorales y reduce al investigacuión al amarillismo de los medios de comunicación ‘vendidos con sus adversarios’.

Justifica los videos de dos de sus hermanos recibiendo sobres amarillos con fajos de billetes sin explicar el por qué a quién le llegaron, explica que a su prima Felipa le asignaron contratos en Pemex por error, pero le siguen adjudicando.

Ofende y critica a la clase media aspiracionista que busca estudiar en el extranjero porque las escuelas públicas en México son mediocres y envía a su hijo menor a estudiar en el extranjero, se molesta con la prensa al exhibir a su hijo mayor viviendo en una de las casas de un contratista del gobierno y sale a decir que su nuera tiene dinero, justifica a los amigos de otro de sus hijos recibiendo millonarios contratos a la sombra del poder familiar y pregunta con cinismo que son 100 millones de pesos.

Estos botones hablan por sí mismo de la perniciosa opacidad, impunidad y negativa al combate a la corrupción.

De modo que la corrupción vuelve a ser la bandera de la elección, pero la oposición está concentrada en sus pasarelas de cartuchos quemados y también sumidos en corrupción.

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