Por Rodolfo Franco

“La CRE resolvió a favor de Pemex el traslado de las pérdidas a los usuarios desde el 2022 hasta el 2026”

El inicio del sexenio del presidente López Obrador será recordado por el desabasto de gasolinas y las consecuentes compras de pánico. El desabasto se generó porque el presidente determinó cerrar cuatro ductos que transportaban combustibles como parte de su estrategia para combatir el robo de gasolinas, delito al que denominó ‘huachicol’.

Su plan iniciado a tres semanas de asumir el mandato (diciembre del 2018) contemplaba el cierre de ductos bajo el argumento del impacto económico al estado mexicano por el robo de combustible, que para el año 2018 decía, costó 66 mil 300 millones de pesos. Para compensar el desabasto por el cierre, en el mes de enero del 2019 el gobierno de la 4T adquirió sin licitación en Estados Unidos 612 pipas a un costo de 1,934 millones de pesos.

Poco tiempo transcurrió para que la Auditoría Superior de la Federación hiciera las observaciones de la compra de las pipas, se tuvo un sobrecosto de 105 millones de pesos, las primeras llegaron 15 días después de la fecha de entrega, operaron inicialmente solo 29. Se dijo como justificación de la compra que incrementaría en una cuarta parte el transporte de gasolinas vía terrestre, sin embargo no fue así, se redujo en un 0.1% en el año 2019, la compra de pipas no fue efectuada conforme a la ley de Pemex y “llevaron a cabo una gestión administrativa deficiente en la adquisición de pipas”, lo que no garantizó “las mejores condiciones disponibles en cuanto a precio, calidad, financiamiento y oportunidad”, documentó en su momento la revista Proceso.

A nueve meses de asumir el mandato, el presidente en su informe de gobierno del 1 de septiembre del 2019 comentó; “hemos podido eliminar prácticamente esta actividad delictiva”, refiriéndose al Huachicol, para el 22 de marzo del 2022 López Obrador mencionó que su gobierno había evitado la pérdida de 136 mil millones de pesos por su estrategia de combate al huachicol.

La realidad del fenómeno criminal fue revelada en el reporte del Observatorio Nacional Ciudadano, destacan que el huachicol ha sido más elevado durante la primera mitad de la administración del presidente López Obrador, frente al mismo lapso del sexenio de Enrique Peña Nieto. Señala el documento que de 2019 a 2021 el número de tomas clandestinas detectadas por la denominada ‘Cuarta Transformación’ creció 163 por ciento en comparación con las de los primeros tres años del gobierno pasado.

Por otro lado el periódico El Economista publicó en el mes de mayo del 2022 apoyado con una gráfica, que para el primer trimestre el número de tomas clandestinas fue similar al del primer semestre del 2019, y crecieron respecto al mismo lapso del 2021. Para frenar el robo, desde el 1 de enero del 2019 se implementó el Plan Conjunto del Gobierno de la República para combatir el robo de hidrocarburos, desplegando miles de soldados incluidos drones para impedirlo, la estrategia evidentemente falló.

La noticia hoy no es el robo de combustible, todo parece que el fenómeno se normalizó y no se extinguió, la noticia es que el costo del robo de combustibles lo haremos en el pago del precio de las gasolinas, así lo determinó la Comisión Reguladora de Energía (CRE) el pasado 28 de enero, al autorizar a Pemex cobrar a los usuarios los costos derivados por el huachicoleo.

La resolución a favor de Pemex Logística determina el traslado de las pérdidas a los usuarios desde el año 2022 hasta el 2026.

En Twitter me encuentras como @RFInforma