Por Rodolfo Franco

Sobreviviente de un sistema autoritario al que logró remontar, lo superó, fundó junto con otros un nuevo partido, creyó en Morena y por increíble que parezca, cuasi expulsado de su partido hoy es víctima del mismo sistema autoritario que combatió.

La génesis del aislamiento político por el que transita el senador morenista Ricardo Monreal fueron las decisiones por encima de la ley tomadas por su compañero de lucha Andrés Manuel López Obrador al que enfrentó.

Hijo de un campesino, integrante de una familia de 16 miembros, oriundos del municipio de Fresnillo, en el estado de Zacatecas, con más de cuarenta años dedicados al servicio público a través de la política, ‘Monri’ como lo llaman en las redes gobernó su estado luego de salir de las filas del PRI por negarle la candidatura a la gubernatura de su estado, lo que motivó unir al PRD, partido con el que ganó la elección en el año de 1998.

El presunto ‘fraude electoral’ del año 2006 del que se sigue doliendo López Obrador sería el aglutinante para que Monreal se convirtiera en cofundador del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), con la finalidad de tener plataforma con la cual contendiera por la presidencia Andrés Manuel en el año 2012, de modo que la amistad y las coincidencias en los proyectos y modelos de la nación a la que aspiraban solidificaron la amistad y suma de fuerzas.

La congruencia de Monreal y la incongruencia de López fueron detonantes del enfriamiento de la añeja amistad y la coincidencia de ideales; La primera y notoria confrontación se dio con la creación de la Guardia Nacional, una Ley que atentaba contra la Constitución, luego vendría la Reforma Electoral que no logró pasar por lo que se optó por el Plan ‘B’, un mamotreto compuesto de un ‘bloque de 21 inconstitucionalidades’ según expresó Monreal. Negándose por tal motivo a votar el plan propuesto por el tlatoani de palacio.

Monreal tuvo en sus manos –pese a algunas posiciones expresadas- la oportunidad de convertirse en el candidato de la coalición ‘Va por México’, reunía el perfil del hombre experimentado, sereno, congruente, conciliador, pragmático, conocedor de la problemática nacional, y preparado para asumir una responsabilidad de tal envergadura, era su oportunidad porque el presidente en su irracional banderazo a la carrera presidencial dejó desde un principio en claro que ‘Monri’ no estaba en su proyecto, solo las tres corcholatas que ruedan todos los días en las redes sociales.

López busca un sucesor a modo, blandengue y dispuesto a seguir a pie juntillas sus instrucciones y sueños de dictador, Monreal no lo sería, las diferencias entre el discurso y los hechos los apartaron.

Monreal tuvo el balón en su cancha, jugó con él, bromeó, se mostraba ‘confiado’ pero se comportaba dubitativo, ‘diciembre me gustó pa’ que te vayas’ cantó desentonado en el Senado, pero no rompía con Morena, con el presidente como le demandaba la congruencia si aspiraba a sumarse al grupo ‘Va por México’, Monreal está fuera de Morena, no necesita que le apliquen la cláusula de expulsión, lo comentó AMLO luego de conocer el voto del zacatecano; “Nada de purgas, no hace falta que ninguna autoridad, ningún dirigente, que ninguna instancia de disciplina de un partido decida sobre el comportamiento  de un militante, de un ciudadano, porque existe un tribunal popular, ya la gente está más que consciente”.

Monreal, el regidor, diputado, jefe delegacional, senador, gobernador, ya juzgado por el tribunal popular (dixit AMLO) no quedó bien ni con Dios ni con el Diablo.

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