Por Rodolfo Franco

Aguascalientes, a jueves 8 de septiembre del 2022.

Cuando la señora Genoveva Herrera Hernández tenía 12 años de edad vivía en el municipio de Rincón de Romos, como cualquier niña acudía a los festejos del pueblo, ahí un cohete le explotó en la cara, cerca de sus ojos, el impacto le dañó uno de ellos, dejándola parcialmente ciega.

Pese a la discapacidad logró conocer a un joven casarse y tener dos hijos, pero fue justamente en el segundo parto cuando realizaba el esfuerzo de expulsión de su hija que la retina de su ojo bueno se desprendió, ya estaba afectada de la explosión del cohete, así a los 22 años de edad quedó totalmente ciega.

Al quedar invidente su marido la abandonó al igual que a los 2 hijos, ‘así no me sirves’ me narraría Genoveva que le dijo su inhumano esposo.

Ciega, con la responsabilidad de dos menores de edad, sin patrimonio, a merced del destino, buscó ayuda en los suegros, se fue a vivir un tiempo con ellos para terminar corrida por su discapacidad, además le decían que ‘avergonzaba’ a la familia.

Buscó cobijo en la casa materna, ahí vivió hasta que la pareja sentimental de su mamá intentó violarla, la madre no la apoyó, no le creyó y huyó, no quiso ponerse en riesgo, decidió trasladarse a Aguascalientes sin tener ni idea de cómo sobreviviría.

Con dos niños por alimentar, educar, y brindarles cobijo, deambuló por la calles, buscó asilo temporal, sacaba de los botes de la basura tortillas duras, comida desperdiciada, así en su merodear por las calles y lugares de Aguascalientes, se enteró que un hombre ayudaba a la gente pobre, fue cuando buscó al ingeniero Alfonso Bernal Sahagún, persona que trascendió por su ayuda a los desvalidos.

El ingeniero Bernal Sahagún le prestó ‘un jacal’ para vivir, ‘en realidad era un palacio’ dice Genoveva, porque no imaginaba que se trataba de un cuarto de tabique, piso de cemento y con baño, mucho para ella. En la obra pía del ingeniero fue invitada a integrarse a un taller de manualidades, donde fue aprendiendo a trabajar con sus manos, luego el mismo benefactor le gestionó un terreno que fue pagando con mucho esfuerzo y recibió apoyos para ir levantando su hogar.

Genoveva como madre soltera y ciega, sacó adelante a sus dos hijos y devolvía la cadena de bendiciones a través de la Asociación de Ciegos Progresistas, de donde fue presidente durante más de una década. Ahí un taxista que les brindaba el apoyo le comentó que hiciera una solicitud de concesión de taxi; ‘si la obtiene yo me convierto en su chofer’, así la animó.

La primer solicitud de concesión de taxi la hizo en el gobierno del gobernador Luis Armando Reynoso Femat, pero no fue afortunada, nuevamente insistió en el gobierno de Carlos Lozano de la Torre, hasta que tuvo la oportunidad de plantearle la idea a la esposa del gobernador, la señora Blanquita Rivera Río, ‘si tengo mi concesión puedo darle trabajo a los choferes y de ahí vivimos todos’, Blanquita se sensibilizó y abogó por ella.

Finalmente Genoveva Herrera Hernández obtendría en noviembre del año 2016 su concesión de taxi, la 4060. Adquirió un crédito para comprar un automóvil Chevrolet modelo Aveo, y negoció con dos choferes la operación del taxi, así durante cinco años y nueve meses tres familias vivieron del producto del trabajo de la concesión, contribuyeron a la movilidad de la ciudad, pagaba impuestos, generaba dinámica economía, era una micro empresaria pese a su discapacidad.

Pero la sevicia y carencia de sensibilidad motivó al gobierno de Martín Orozco Sandoval a cancelar una gran cantidad de concesiones de taxi que había otorgado el gobierno de Carlos Lozano, bajo el argumento de que habían sido firmadas por el subsecretario de gobierno  Alejandro Bernal Ruvalcaba, y la ley lo prohibía, jurídicamente estaba en lo cierto, pero debió revisar quienes eran los tenedores de las concesiones, porque había ex funcionarios, parientes de políticos, diputados y hasta periodistas, la medida era justa para quienes no la merecían, pero injusta para la señora Genoveva que solicitó por todos los cauces que le restituyeran la concesión, ella no era responsable del error administrativo, ‘quíteme la concesión firmada por ese señor, pero deme una nueva’. Su súplicas no fueron escuchadas, el 23 de agosto del 2022 el auto de alquiler ‘fue cazado’ por la Coordinación de Movilidad, la quitaron las placas y el auto fue inmovilizado con sellos, nunca más fue escuchada.

‘Solo le pido al gobernador que se toque el corazón, soy una mujer de la tercera edad, ciega, con dos hijos y nietos, regréseme la concesión y cuando me muera quédesela, pero déjeme tener de donde vivir’ me dijo la señora Genoveva en mi programa Diálogo Franco.

Busqué al Coordinador de Movilidad Ricardo Serrano y nunca me tomó la llamada, mandé mensaje al Secretario de Gobierno Enrique Moran Faz, ofreció revisaría el caso, volví a insistir, vio el mensaje y no contestó, hoy dejo testimonio para Tere Jiménez, sé que hará justicia.

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