Un Gobernador Anómico e Inmoral
“La moral es un árbol que da moras”
Gonzalo N. Santos
El gobernador de Aguascalientes Martín Orozco Sandoval es un hombre anómico e inmoral. Anomia significa ausencia permanente de normas. El concepto fue introducido por Durkheim y desarrollado por la sociología norteamericana para estudios de control social, desviación, delito y criminalidad. Si tomamos en cuenta la definición de inmoral; Inmoral es quien se opone a todo acto moral y sabe lo que hace, la moral aplica a un grupo cuando las costumbres se deben obedecer para el buen actuar. Las dos definiciones encuadran en la personalidad del mandatario estatal, lo describen.
Narra la historia que en el año 1792 antes de cristo, Hammurabi sexto rey de Babilonia, recopiló en el llamado Código Hammurabi todas las leyes civiles y penales existentes y las mandó grabar en columnas de piedra que se distribuyeron en todo el reino para que el pueblo conociera la ley y sus castigos. Era un primer acercamiento para autorregular los actos de los ciudadanos. Pasados lo milenios en México contamos con una Constitución, llamada Carta Magna, de donde dimanan códigos, leyes y reglamentos, lo que nos permite regularnos y castigarnos si las infringimos, pero el gobernador la ignora, la pasa por el arco del triunfo.
La semana pasada presenté un reportaje ofensivo para la sociedad, para los profesionistas que se esfuerzan en obtener un título y una cédula para trabajar. Ahí se menciona el caso del actual Secretario de Obras Públicas del gobierno del estado de Aguascalientes José de Jesús Altamira Acosta, quien firma y se ostenta como Arquitecto sin serlo. Refiero en la investigación que el gobernador tenía conocimiento de la situación académica de Altamira Acosta, pese a ello lo convirtió en Secretario de Obras Públicas de la SOP estatal en dos ocasiones y titular del Inagua. Altamira Acosta al ostentar una profesión sin serlo, presuntamente estaría violando el Código Penal Federal, la Ley Orgánica de La Administración Pública del Estado de Aguascalientes y la Ley de Responsabilidades Administrativas del Estado de Aguascalientes. Pero la responsabilidad no es exclusiva de Altamira, alcanza al mandatario estatal por haberlo nombrado, así como a los responsables de las áreas de control interno de la SOP, de la Contraloría estatal, del Sistema Estatal Anticorrupción y la fiscalía anticorrupción.
En el nombramiento de secretario de estado a un arquitecto sin serlo, se muestra de cuerpo completo a un mandatario estatal anómico, cínico, inmoral, porque designó a un estudiante de arquitectura como secretario de obras públicas del estado, quien se ostenta como arquitecto sin serlo, firma documentos oficiales sin el menor recato, pudor, con el riesgo de que dichos actos sean nulificados.
Inmoral un gobierno conformado por burócratas a modo que no accionó los diferentes mecanismos de vigilancia y control para impedir el nombramiento, o por lo menos para exigir enmendarlo.
Anómico es el mandatario estatal porque siendo presidente municipal se apropió mediante triangulaciones, de terrenos municipales que aparecieron en el patrimonio familiar, lo que le valió parar un fin de semana en la cárcel, encontrándose sub júdice el proceso por el fuero constitucional que posee como gobernador.
Inmoral es el mandatario estatal que convierte a su esposa e hijos en cómplices al hacerlos aparecer como propietarios de sus bienes, cuyo ocultamiento tiene una sola explicación, no poder justificar el origen lícito del dinero. Inmoral es el mandatario estatal porque usa a su familia para registrar a nombre de ellos la gasolinera y varios terrenos que Martín que posee.
Anómico e Inmoral es el mandatario estatal cuando omitió en su declaración patrimonial la nueva casa familiar, hasta que le publiqué su ‘omisión’ sin que los órganos de vigilancia dijeran esta boca es mía, porque fungen como comparsas del inquilino en turno para no poner en riesgo su quincena.
El epígrafe que utilicé, expresado por Gonzalo N. Santos, mejor conocido como ‘El Alazán Tostado’, fundador del Partido Nacional Revolucionario (cimiento del PRI), reconocido como un símbolo de la corrupción en la política mexicana le viene como anillo al dedo a Martín; “La moral es un árbol que da moras o sirve pa’ una chingada”.
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