AMLO y el berrinche tras «Andrés Manuel y La fabrica de Chocolates»
«Como país solo transitamos de la casa blanca de Peña, a la casa de chocolate de AMLO»
RFInforma® – Ciudad de México, miércoles 01 de diciembre del 2021
Redacción.-
Tremendo berrinche hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en contra de los medios de comunicación que publicaron el reportaje titulado “Sembrando vida y la fábrica de chocolates”, donde se expone que la marca “Rocío Chocolate”, propiedad de su hijo Andrés Manuel López Beltrán, dedicada a la producción y comercialización de chocolates gourmet, habría obtenido su materia prima de las plantaciones cacaoteras de Tabasco, inscritas en Sembrando Vida, el programa que ha llevado como estandarte y un ejemplo a seguir para otras naciones, para revertir, según él, la migración, al igual que el cambio climático.
A diferencia del escándalo de su hermano Pio López Obrador, recibiendo dinero de dudosa procedencia, esta vez el mandatario ni siquiera solicitó a las autoridades competentes investigar si su vástago actuó fuera de la ley, y optó por colocarse la cachucha de fiscal, para exonerarlo, sin desmentir con pruebas, cada uno de las afirmaciones realizadas por los autores de la investigación, los periodistas Tania Gómez y Sergio Rincón. Por ejemplo, el que los “sembradores” empadronados hayan sido obligados a plantar cacao contra su voluntad, sin contar con los conocimientos o las tierras adecuadas para la viabilidad del cultivo; que el producto “Rocío Chocolate”, no especifique la razón social y dirección fiscal del productor en su empaque; y otras presuntos delitos fiscales, como el que la tienda donde se vende, no expida factura.
Tampoco nos dijo si este chocolate, es el mismo que aparece en el menú de comida típica tabasqueña que ofreció a empresarios el pasado 23 de noviembre, enlistado como “bocadillo de chocolate Rocío”, ventilado por uno de los invitados al convite, el empresario Ricardo Salinas Pliego, desde su cuenta de twitter, lo que representaría un potencial caso de conflicto de interés para el Presidente, y que de haber un verdadero estado de derecho, podría ser denunciado por los presuntos delitos de uso ilícito de atribuciones y facultades, y ejercicio abusivo de funciones, al emplear en Palacio Nacional insumos alimenticios provistos por la marca de su hijo.
Y hay más preguntas –que inferencias- por despejar, aportadas en el reportaje. Una que sobresale, es la sociedad “Finca Rocío Chocolate Corporation”, fundada en Nueva York en noviembre de 2020, ¿pertenece al hijo de López Obrador? De ser así, ¿cuál es el origen del capital para su constitución?, ¿fue heredado igualmente de su familia materna?, ¿quiénes son los otros socios?, ¿han sido proveedores del gobierno de López Obrador?, ¿de dónde sale el dinero para arrendar un punto de venta de su línea de chocolates, en un exclusivo hotel del centro histórico de la capital?
De provenir de una herencia, ¿por qué Rocío Chocolate comenzó a venderse justo después que su padre asumió la Presidencia de la República? Como afirmó Sergio Gómez, coautor del reportaje, en una entrevista con Julio Hernández, Andrés Manuel López Beltrán, dueño de las marcas “Rocío”, se registró ante el Registro Federal de Contribuyentes (RFC) hasta 2019. ¿Cómo pudo amasar un capital para invertir sin tener actividades económicas en el pasado?, ¿desde que tiene RFC ha pagado impuestos?, ¿el presidente estaría dispuesto a transparentar las declaraciones fiscales y el origen del patrimonio de su hijo, o actuará con la opacidad de siempre?
AMLO tiene aún la oportunidad de desmentir con evidencias los señalamientos, y demandarle a sus hijos el hacerlo por cuenta propia, y de existir delito que perseguir, dejar que sean “juzgados como cualquier otro ciudadano”, tal y como prometió al rendir protesta al cargo. El que nada debe nada teme, y el principio de máxima publicidad, es la única vía para demostrarle tanto a sus simpatizantes, que creen de manera ciega en su palabra, como a quienes dudan que el poder político se haya divorciado del poder económico, que tanto él como su familia no son iguales a sus predecesores, como a diario pregona en sus mañaneras.
En tanto no lo haga, la impunidad de las élites empresariales que acaparan fortunas mediante sus lazos familiares con el poder, y no por su olfato y talento por los negocios, continuará gangrenando a todos los ámbitos de gobierno, sobre todo si el mismo López Obrador incumple su propio memorándum, emitido el pasado 13 de junio de 2019, en donde instruyó a sus funcionarios, a no permitir que miembros de su familia realizaran “gestiones, trámites o (…) negocios con el gobierno en su beneficio o a favor de sus recomendados”.
Si opta por darle carpetazo, como hizo en el caso de sus hermanos recibiendo dinero de su ex director de Protección Civil, o en el de su prima hermana recibiendo contratos multimillonarios de Pemex, como país solo transitamos de la casa blanca de Peña, a la casa de chocolate de AMLO, en donde lo que se siembra no es vida ni cacao, sino pura corrupción. Prometió acabar con estas lacras de la política y barrer la escalera de arriba para abajo, pero tal parece que aún recorren las escalinatas de Palacio, y se guardó la escoba desde que comenzó el sexenio.