Aceite de palma en la dieta, vuelve al cáncer más agresivo

“Una dieta rica en aceite de palma sería perjudicial para el desarrollo del cáncer»

Salud

Nov-12-2021

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Aceite de palma en la dieta, vuelve al cáncer más agresivo

 

RFInforma® – Barcelona, viernes 12 de noviembre de 2021

Redacción.-

El aceite de palma en la dieta podría favorecer la metástasis del cáncer y promover que las células tumorales sean más agresivas, aseguran investigadores del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IRB por sus siglas en inglés), quienes descubrieron el mecanismo por el cual sucede.

Si bien, desde 2017 los expertos habían descubierto que el ácido palmítico se correlaciona con un mayor riesgo de metástasis, fue hasta este momento que se conoció el mecanismo mediante el cual las células tumorales se hacen más agresivas, dotándolas de una mayor capacidad de hacer metástasis y una vía terapéutica para revertirlo.

90% de las muertes por cáncer son debidas a la metástasis, es decir, a la expansión del tumor primario a otros órganos vitales.

Las investigaciones arrojaron que la exposición de las células tumorales al ácido palmítico deja en éstas una serie de marcadores que provocan un cambio que hace que mantengan una mayor capacidad metastática, incluso meses después de estar expuestas al ácido graso.

Lo cual, según los expertos, podría estar relacionado con una mayor capacidad de estas células tumorales para inervarse.

Para saber esto, células de tumores orales y melanomas procedentes de pacientes fueron expuestas a una dieta rica en ácido palmítico, lo que dejo ver que las células tumorales tienen mayor capacidad de hacer metástasis en ratones, incluso cuando esta dieta se suministra durante un periodo muy breve de tiempo.

Esto se debe a que las modificaciones que genera el ácido graso sobre el genoma de las células metastáticas, conocidas como modificaciones epigenéticas, son permanentes y, consecuentemente, mantienen de forma estable las propiedades más “agresivas”, dicen los expertos, quienes describieron este comportamiento como una “memoria estable”.

Estos resultados, indicaron a los especialistas que “una dieta rica en aceite de palma sería perjudicial para el desarrollo del cáncer, incluso si tiene lugar en una fase muy inicial de la enfermedad en la que el tumor primario quizás no ha sido detectado aún”.

Los científicos han observado que esta capacidad expansiva y colonizadora se adquiere debido al consumo de ácido palmítico, predominante en el aceite de palma, el cual se obtiene principalmente de la fruta de la palma de la especies Elaeis guineensis y Elaeis oleifera.

El aceite de palma es el segundo tipo de aceite con mayor volumen de producción, siendo el primero el aceite de soja.

Sin embargo, esto no ocurre con el ácido oleico, muy abundante en el aceite de oliva, o el ácido linoleico, característico de la linaza.

Estos resultados apuntan a que la agresividad no sólo tiene que ver con el metabolismo de las grasas, sino también las modificaciones epigenéticas que se producen en las células tumorales cuando ingieren ácido palmítico, dijeron los expertos.

Los investigadores explican que para que una célula tumoral pueda establecer una metástasis, primero debe desprenderse del tumor de origen, introducirse en los vasos sanguíneos o linfáticos, alcanzar otro órgano vital y sobrevivir y crecer allí.

Y en este caso, los autores han identificado que una dieta rica en ácido palmítico permite a las células tumorales crear una red neuronal alrededor del tumor.

Uno de los elementos clave en la formación de la red neuronal que favorece la metástasis son las llamadas células Schwann, que rodean y protegen a las neuronas. Por ello, en el trabajo publicado en la revista especializada Nature, los investigadores mostraron que, bloqueando a las células Schwann, por distintas vías, se inhibe la formación de esta red nerviosa, y la metástasis no tiene lugar.

“Este descubrimiento abre nuevos caminos para la investigación y el desarrollo de terapias dirigidas a evitar específicamente la metástasis del cáncer que es, casi siempre, donde reside la mortalidad”, concluyeron las investigadoras Gloria Pascual y Diana Domínguez.

 

 

 

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